1. El Príncipe de la perversión


    Fecha: 09/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Veronicca, Fuente: SexoSinTabues30

    ... culpables a ellas de buscar ese placer que les resulta tan rico, lo que las desconcierta, por lo que su imaginación les hace inventarse personajes de cuentos para que todo eso sea más comprensible para ellas y puedan justificarse ante nosotras.
    
    —Que bien explicas las cosas, Clara. ¿Y cómo hicisteis con tu niña cuando entró en ese proceso?
    
    —Actuar de la forma más natural posible. Yo empecé a notar como mi hija empezaba a acariciarse la vagina. Cerraba los ojos y se aislaba de nosotros, aunque estuviéramos viéndola, porque al principio, ella no tenía ese pudor para ocultarse.
    
    —¿La dejabais masturbarse libremente, podríamos decir?
    
    —Sí. Para nosotros, el estar desnudos en casa no es un problema y lógicamente, llegó un momento en que a la cría empezó a llamarle la atención el pene de su padre, y en vez de ocultárselo, mi marido le permitió que lo explorara, satisficiera su curiosidad sabiendo cómo era eso tan distinto que ella no tenía, tocándolo, manipulándolo, viendo como crecía, como cambiaba su tamaño y dureza. Eso le fascinaba, era normal, pero desea forma estaba aprendiendo la mejor lección sobre sexualidad que podías enseñarla.
    
    —Qué maravilla poder hacer las cosas así, —intervino Sofía—, pero si yo dejo a mi hija que haga eso con su padre, no sé si aguantaría mucho sin correrse, jaja.
    
    —Eso es bueno también. Que vean las consecuencias de lo que hacen y de como lo hacen.
    
    —Pero Clara, ¿qué límites pondrías tú? Quiero decir, ¿qué pasaría si tu hija se sienta encima de la polla de su padre y quiere metérsela?
    
    —Eso ya dependería del acuerdo que tuvieran los padres. A las niñas se les pueden poner unos límites, pero los padres deben estar preparados y mentalizados para lo que pueda suceder. Yo no puedo hablar de lo que pasa en mis consultas, pero os puedo decir que he tenido de todo. Algunas madres estaban muy confundidas, porque estaban permitiendo que sus hijas follaran con su padre y nadie las había educado para algo así. Por eso, este proceso natural es un problema de educación, sobre todo, para que las niñas no necesiten inventarse a esos “Príncipes de la perversión”.
    
    Clara era una Psicóloga perteneciente a los llamados “Psicólogos liberales”, estudiosos de la corriente de la psicología moral en los individuos, que a diferencia de la filosofía moral, es una ciencia moderna que describe y explica cómo los seres humanos piensan y sienten el ámbito de la moralidad y por qué lo hacen así.
    
    Según esa teoría, la moralidad tiene componentes genéticos y culturales, naturaleza y entorno; instintos naturales heredados e influencias sociales adquiridas y ante el interés mostrado por nosotras por lo que nos estaba contando, Clara nos siguió explicando:
    
    —La mente no es una hoja en blanco infinitamente moldeable sino que tiene predisposiciones innatas, algunas de ellas muy fuertes y difíciles de modificar o reprimir, pero hay ocasiones en que a causa de las disfuncionalidades o anormalidades cerebrales (por accidentes, ...
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