1. Mi Tío el Ranchero (6)


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Gays Incesto Autor: Hotman, Fuente: SexoSinTabues30

    ... pantalón)
    
    – Fue más bien de la madrugada a la mañana.
    
    – ¿Qué?
    
    – Nada, que fue ahora en este fin de semana en el rancho, que tuvimos tiempo de platicar y nos quedamos platicando hasta la madrugada.
    
    Terminó de quitarse el pantalón y si el pecho lo tenía como lo tenía, que tuviera las piernas peludas como mi papá, ya no fue sorpresa, pero le dije:
    
    – Aaaay no la amueles Carlangas, ¡¿todavía usas calzones de esos?! (bóxer de los meros grandes)
    
    – Sí, ¿qué tienen?
    
    – Ahora se usan los bikinis, se ven más padres. Además, se siente bien rico cuando te los pones.
    
    – ¡¿Tú tienes?!…
    
    – Ahá, los tengo escondidos en mi closet para que no me los halle mi mamá. (Se sentó junto a mí en la cama)
    
    – Ah mira qué cabrón me saliste. Pero no. No me interesa usarlos porque están hechos con poliéster y esa tela es muy caliente, no deja respirar la piel y además te trae muy apretados… pues… es decir, no es bueno usarlo porque…
    
    – Porque te trae los huevos muy apretados (Se volvió a reír)
    
    – ¡Eso mero! (Y me sacudió el pelo) Mira que vivillo saliste hermanito (al oír esa palabra de «hermanito» me remonté a un exquisito pasado no muy lejano).
    
    – ¿¡Quieres que te los traiga para que te los pruebes!?
    
    – No, ¿para qué? Si nunca los voy a usar.
    
    – Nomás para que veas que rico se siente (se quedó pensativo y dice)
    
    – ¡Ándale pues!, pero que no te vea mi madre porque hasta ahí llegamos vivos.
    
    – ¿Cómo crees?
    
    De pronto estaba yo en el pasillo, sabiendo que estaba urdiendo algo con Carlos, pero no sabía qué era. Sólo sabía que me gustó mucho descubrir lo que traía debajo de la ropa. Desde más chiquito que no lo veía. La última vez que lo vi sin camisa ni bigote tenía. Total, que regresé con mi cargamento secreto. Le dije:
    
    – ¿Cierro la puerta?
    
    – Sí. Ponle seguro.
    
    – Ok. Mira, traje dos, uno para ti y otro para mí.
    
    – ¿Y para ti para qué?
    
    – Para modelártelos si no te los quieres poner.
    
    – A ver. Trae acá. (Me arrebató uno y encaminó sus pasos hacia el baño)
    
    – Aaaay no seas mamón Carlos, ¿quién te va a ver?
    
    Mi hermano tenía 17, casi 18 años, estaba catalogado de genio y sin embargo se comportaba como un niño menor que yo… ¡por Dios! Y me pregunta:
    
    – ¿No rajas?
    
    – ¿Que no rajo, qué Carlos?, ¿Qué te vi encuerado poniéndote un bikini? (mi garganta estaba seca, las palpitaciones habían regresado)
    
    – Ok… ¿le pusiste el seguro?
    
    – ¡Sí, hombre!
    
    Sosteniendo el bikini en una mano, con ambas se bajó el bóxer hasta el piso, pero dándome la espalda (muy pudoroso él). Todo emocionado se los empezó a poner. Los subió, los acomodó, metió la mano para acomodar los testículos y el pene y finalmente me volteó a ver con los brazos extendidos:
    
    – ¿Qué tal chaparro?… ¿cómo me veo?…
    
    – Oye, se te ven mejor que a mí. Y tú los llenas más que yo.
    
    – Bueno, en algunos años tú también vas a llenar cualquier calzón.
    
    Cosa dicha sin ponerme mucha atención y caminando hacia el espejo de cuerpo entero del closet. Se veía, por un ...
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