Keya Compartiendo la yegua Cap. 9 - Relatos Eróticos

Keya Compartiendo la yegua Cap. 9

Keya 9.

Compartiendo la yegua

Luego de llegado Tomy. Comieron todos en la pequeña cocina. El ambiente no estaba todo lo distendido del día anterior. La tensión sexual estaba en el aire. Las miradas entre la yegua ya estrenada y Tomy no dejaban dudas sobre el decurso de la tarde. Jorge asistía divertido, hablando y haciendo bromas de cualquier cosa. Hasta le conto al primo del percance de Keya con don Joaquín. Eso distendió un poco el ambiente, y Tomy bromeo con la posibilidad que el viejo la arrincone de nuevo. Keya rió por la ocurrencia y los primos le contaban la historia de don Joaquín, el vendedor eterno, que pasaba más tiempo viajando que en su casa.

Así entre chistes y miradas paso el almuerzo, y Jorge se fue, haciendo los mismos chistes de la vez que dejo solo a su primo con Keya. Pero esta vez a Keya le sonaban distintos.

- En serio primo. Cuidame a Keya…- repitió Jorge antes de desaparecer por la puerta de su hotel.

Finalmente los enamorados se quedaron solos. Keya estaba más nerviosa que el día que volvió con Jorge. La certeza que Tomy se la iba a coger la tenía hecha una bolsa de nervios. Ella, con sus casi 36 años, nerviosa por la cogida inminente por parte de su dulce pretendiente de 19 recién cumplidos. No podía evitarlo.

Pero Tomy no daba el primer paso, y la tensión no bajaba

- ¿Que le pasara a Tomy…se habrá arrepentido? Por ahí le chocó mucho verme con Jorge hoy a la mañana. Tomy es muy chico y me vio así…¿ Y ahora que le digo?

Luego de un rato, Keya tenía miedo que Tomy no quisiera cogerla. Ya había asumido en entregarse al joven amor. Ahora que le estaba permitido el uso de su concha. Y Tomy le había hecho tantas promesas…¿pero qué pasaba?

La desvergonzada hembra ya no le importaba la diferencia de edad, ni corromper al nene. La pija de Tomy, también era grandota, y cuando Keya la tuvo en su garganta, ya había aceptado que quería que Tomy la disfrute, y por supuesto disfrutarlo ella también, entregándose entera. Ahora lo veía ahí en sus cosas y se le antojaba hermoso e irresistible, pero lejano. Lo único que quería ella es que Tomy la encarara, la agarrara del brazo, la lleve a la pieza, y se la coja como la más putas de las putas.

Tomy estaba en su juego. Veía como su gacela tetona, lo miraba hechizada y nerviosa. Ella no se atrevía a decirle nada, porque ya se había acostumbrado a Jorge, y a ser tomada sin que su opinión importara en lo más mínimo. Durante toda la comida se había entretenido mirándola, y sabía que Keya estaba lista que ser cogida, pero al igual que su primo, el dueño actual de la yegua, no le iba a poner las cosas fáciles a la entregada hembra. Si Keya quería ser cogida iba a tener que seguir perdiendo su orgullo y rogar por ser llenada de leche.

Emmm Tomy…arrancó la indecisa mujer…

- Si preciosa ¿Que querés? - Un piropo y un freno… El anzuelo fue arrojado y recogido…

- ¿Tomy…vos estas bien? - lo encaro la nerviosa calenturienta. - Te siento distante conmigo… silencio…La ...