1. Las refugiadas 3-Viaje al infierno-Contrataciones


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    Esta historia está en la tercera parte de una saga. Si no la has leído y quieres leerla los capítulos publicados están en :
    
    Las Refugiadas 1:https://www.todorelatos.com/relato/195640/
    
    Con un resumen en:https://www.todorelatos.com/relato/203840/
    
    Las refugiadas 2:https://www.todorelatos.com/relato/203244/
    
    Con un resumen en:https://www.todorelatos.com/relato/204059/
    
    Naturalmente en el resumen te vas a perder todas las escenas de sexo.
    
    Y en cuanto a los capítulos de esta parte:
    
    Susana:https://www.todorelatos.com/relato/204105/
    
    Pilar y Susana:https://www.todorelatos.com/relato/204178/
    
    Susana y Pilar:https://www.todorelatos.com/relato/204712/
    
    Y ahora os dejo con la historia:
    
    —Hola. Buenos días —saludó Carmen al recepcionista—. ¿El señor Pereira?
    
    —No. No nos consta ningún señor Pereira en la lista de reservas.
    
    Carmen miró el WhatsApp.
    
    «Hola Carmen: Necesitaría que te reunieses conmigo en el Centro de Negocios Sur en Beniparrell.
    
    Pregunta por Pain Dreams».
    
    —Disculpe. ¿Tiene una oficina reservada a nombre de la empresa Pain Dreams?
    
    La recepcionista la miró y luego miró la lista.
    
    —Sí. Cubículo dieciséis. Selección de personal. Extraño nombre para cualquier cosa —añadió—. Por ese pasillo la tercera puerta. —Señaló hacia el pasillo de la izquierda—. Pregunte por el señor Brian Young.
    
    Carmen se adentró en él y llamó a la puerta. Un «Entra» con una voz conocida la hizo abrirla. Dentro, detrás del escritorio estaba Pedro. A sus indicaciones cerró la puerta y se sentó en una de las dos sillas que estaban frente a la mesa.
    
    —¿Cómo van las cosas? —preguntó a modo de saludo.
    
    —Mal —replicó ella, lo suyo nunca había sido la sutileza—. Desde que te fuiste todo son suspicacias. Dos investigadores de Naciones Unidas no parar de revolver tus cosas y las de Elena.
    
    —Es raro que ningún haya tratado de contactar conmigo.
    
    —¿Raro? —se extrañó Carmen—. ¿No te informa tu abogado? Te están buscando.
    
    —¿Crees que a esa gente les va a parar una orden del juez? ¡Me secuestraron durante tres días!
    
    —Cheryl Austin y dos de sus secuaces fueron detenidos en el aeropuerto. El juez decidió que había evidente riesgo de fuga y están en prisión preventiva. No creo que estos nuevos investigadores actúen igual. Pero antes parece que han decidido revisar papeles. No sé lo que buscan.
    
    —Yo sí sé lo que busco: a ti.
    
    —Lo probamos una vez y no funcionó. Además, ahora estas rodeado de mujeres, ¿para qué me necesitas?
    
    —No para ser mi amante, al menos no te necesito para eso. Lo reconozco. Aunque… quizá convenga cierta flexibilidad en aras de la disciplina en otros niveles. Pero sí para otra función… si solventamos algunos problemas personales.
    
    —No tenemos problemas personales entre nosotros.
    
    —Eso es cierto.
    
    —¿Entonces?
    
    —Tú tienes problemas personales. Problemas que podrían afectar a lo que quiero proponerte.
    
    —Yo no tengo ningún problema…
    
    —Sí. Lo tienes, al menos desde mi punto de vista. Tu fijación con ...
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