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... creo que el mejor de todo el finde. Siguió chupando hasta que se quedó completamente flácida.

Pepi- Parece que te ha gustado, menudo corridon, casi me ahogas.

Yo- Si la verdad es que ha estado bien, no sé porque no has puesto estas ganas todos los días, pero mejor una que ninguna. Prepara el desayuno que nos queda día y castigos, a ver si se me ocurre alguno nuevo, que no sea muy salvaje.

Y después de darme un beso, se marchó a la cocina a preparar el desayuno. Lo trajo al comedor en Una bandeja, fruta, tostadas, huevos revueltos, zumo y café, lo ideal para reponer fuerzas. Desayunamos y ella estuvo haciendo cosas de la casa, mientras yo estuve por el jardín. Cuando bajo de hacer la cama pase al salón y nos sentamos para hablar

Yo- No se me ocurre ningún castigo para tus tetas, que no sea una salvajada y de estas cada cual peor. Podías ayudarme y darme alguna idea.

Pepi- No sé, nunca me han tratado las tetas como tú, cierto es, que nunca me he corrido porque me peguen o me den por el culo, en plan salvaje, hasta que he estado contigo. La verdad es que me encanta y cada día ha sido mejor que el anterior. Si no tienes claro como castigarme, si quieres te la chupo un rato, si se pone tiesa me follas y me estrujas y pegas en las tetas hasta que te corras, o si te cansas te la chupo hasta que te corras.

Yo- Estaba pensando atarte las tetas fuerte y luego con un bramante (cuerda fina de cáñamo) atarte los pezones y colgarte algo de peso en los pezones, dándote por el culo, sin que te apoyes en ningún sitio. ¿Aguantas?

Pepi- No lo sé, pero dolerá y molestará mucho.

Yo- Entonces perfecto, voy a buscar el bramante y los pesos. Tú ves estirando y retorciendo tus pezones, fui al garaje cogí un rollo de bramante y busqué algo que pesará y fuera pequeño, encontré unas tuercas grandes que me parecieron ideales, en dos de ellas puse alambre en forma de gancho, para añadir a la otras y con todo pase al salón.

Pepi se estaba estirando y retorciendo los pezones a gusto, ya los tenía bien rojos. Deje todo sobre la mesa y la ayude con unos buenos cachetes y un buen estruje de tetas. Luego cogí la cuerda de cáñamo y la di cuatro vueltas en cada teta y cuatro juntas, corte un par de cuerdas como de 20 cm y ate una tuerca en cada una, luego hice un lazo y lo coloque en el pezón, apretándolo, pero sin soltar la tuerca, repetí la operación en el otro pezón y entonces solté las dos tuercas a la vez. Aquí si se quejó, bastante fuerte. Un par de cachetes en las tetas y callo enseguida.

Yo- Bien puta, parece que molestan. Voy a darte un buen sobo en las tetas y unas cuantas hostias en esa cara de puta viciosa, cuando termine quiero una mamada espectacular, que me cueste decidir si te doy por culo o me corro en tu garganta. ¿Entendido?

Pepi- Si amo, pero los pezones duelen mucho.

Yo- Pues te jodes, si te quejas te clavare unos alfileres, verás como te duele más.

Me enganche a sus tetazas y estuve estrujándolas y dándoles unos buenos ...