1. CUIDADO CON LO QUE DESEAS … (4ª parte)


    Fecha: 05/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Lola Desatada, Fuente: TodoRelatos

    ... media hora comencé a notar un leve cosquilleo en la espalda y un calor que me subía hasta la cabeza. Sentía como si mis mejillas estuvieran sonrojadas y como si fuera a comenzar a sudar por la nuca. Era una sensación extraña pero no especialmente desagradable.
    
    “Ya estás notando que te sube, ¿verdad?” – me preguntó con una media sonrisa.
    
    “Noto calor y cosquilleo y siento como si estuviese ruborizada” – respondí.
    
    “Lo estás, jejejejejejeje. Por eso te he preguntado” – respondió. “¿Por qué no te quitas algo de ropa si tienes tanto calor?” – continuó.
    
    Me puse de pie y acercándome a él, le di la espalda y le pedí que me ayudase con la cremallera. Se puso de pie detrás de mí y comenzó a bajar la cremallera muy despacio. Me había apartado el pelo por encima del hombro y el calor de su aliento en la nuca y el tacto de su mano en mi hombro mientras me bajaba la cremallera me estaban poniendo cachondísima. Notaba cómo de forma súbita mi coño comenzaba a humedecerse. Cuando noté que la cremallera había llegado al tope sobre mi culo me estremecí de excitación.
    
    Saqué los brazos y me bajé el vestido dejándolo en el suelo. Me giré y me quedé mirándolo sobre mis tacones con mi conjunto de sujetador y tanga de encaje negro.
    
    “Joder, estás muy buena y mira qué empalmada tengo” – dijo agarrándose el paquete con una mano. “Quiero que te toques para mí” – me pidió en su tono cortés habitual.
    
    Me dirigí a la cama y tras de mí Dioni colocó la butaca a escasa distancia y se sentó. Yo me saqué el tanga y lo tiré al suelo. Me senté al borde de la cama y abriendo las piernas pasé mis dedos por mi coño separando los labios. Estaba completamente mojada, como si acabase de correrme, y el mero roce superficial de mis dedos hizo que emitiese un sonoro gemido.
    
    Dioni no perdía detalle y se había sacado la camisa mostrando su torso y su abdomen bien trabajados, se había desabrochado el vaquero y tenía su gruesa polla en la mano. Mientras me acariciaba el coño y veía cómo Dioni se pajeaba mirándome me vino sin esperarlo un tremendo orgasmo que me hizo tumbarme y retorcerme de placer en la cama clavando mis uñas en el colchón como una gata en celo.
    
    Cuando me repuse Dioni estaba de rodillas en la cama con su polla apuntando a mi cara. Me agarré a ella como un náufrago a un salvavidas y me la metí en la boca para inmediatamente comenzar a comerme aquel rabo hasta atragantarme. La mano de Dioni había recorrido mi vientre y había alcanzado mi coño clavando dos dedos en mi interior que provocaron una explosión de placer en todo mi cuerpo.
    
    “Así, cómetela entera, cariño. Si mi mujer me la comiese así de bien no se la sacaría de la boca en todo el día” – dijo mientras seguía follándome con sus dedos y clavando su rabo en mi garganta.
    
    Yo abría la boca y sacaba la lengua para que aquella polla llegara cuanto más adentro mejor. Movía mis caderas y me retorcía en una especie de orgasmo continuado que no terminaba de eclosionar y me sumía en una sensación de euforia ...
«12...567...11»