1. El poder despoja a quien no lo tiene.


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... redondas nalgas.
    
    Quizás no sea muy común que alguien reconozca abiertamente, el hecho de sentir atracción por una mujer mayor, que resulta ser la directora de tu escuela. Habrá quienes encuentren moralmente incorrecto mi proceder, tan cuestionable ante esta situación. Lo correcto sería dar parte a las autoridades respecto a lo que he visto y puedo demostrar.
    
    Ahora que ha dejado de importarme cuan inmoral me he convertido, por el hecho de chantajear a una mujer de su posición, tras haber atestiguado su participación en semejante acto de corrupción. ¿Pero quién puede culparme? Tengo 18 años de edad y ¡La tía está buenísima!
    
    Hoy decidí tirar la culpabilidad por la ventana, tras haber pasado años imaginándola en paños menores cada vez que se pavoneaba, al hacer su aburrido discurso de inicio de clases durante los últimos otoños. Desde que ingresé al liceo, tengo debilidad por imaginarla desnuda cuando está reprendiendo a alguien en los pasillos, por cuestiones de conducta.
    
    Después de todo, solo quiero darle una sopa de su propia medicina y abusar un poco del privilegio que me otorga, el haberla despojado de su sitio de poder en esta ecuación. Ahora solo quiero que ella misma sea quien se despoje de su ropa, solo para mi placer visual.
    
    Ella estaba frente a mí, mostrando su impotencia y nerviosismo, mientras ahuecaba las manos sobre su coño, tras haber entregado la falda y también sus bragas. La miré a los ojos mientras el aroma de su piel, se propagaba por todo el ambiente de esa oficina.
    
    “¿Qué sucede contigo? Si temías que notara esa concha calva que se está humedeciendo, ¡Es demasiado tarde! Además, si has puesto cierto esmero en acicalarla de esa manera. ¡Es porque tienes intenciones de mostrarla! Prometo guardar el secreto, como un favor especial para ti.” –Dije al momento de retirarle las manos ayudándome con su fuete.
    
    “¡Esto es un abuso y un total atropello a mi persona! Qué manera tan ruin has encontrado de socavar mi autoridad. Y es peor la forma en que has querido sacar ventaja de todo esto, al denigrarme en mi propia oficina, solo para tu placer personal.” –Dijo ella indignada.
    
    “¡¿Te parece indignante?! Claro, lo dices porque estás del lado que debe someterse, ahora que has reconocido cuan en desventaja te encuentras. Dime, ¿Qué se siente? Hazlo mientras vas poniendo en el escritorio el resto de tus prendas. Siento un poco de curiosidad por ver si esas tetas, lucen tan alegres sin la ayuda de tu sujetador.” –Le dije en tono burlón.
    
    No olvidaré el ardor en su mirada y la mueca en sus labios, cuando ella dolorosamente resignada, empezó a seguir mis indicaciones y de forma ordenada, dobló cada prenda que se quitó y la depositó sobre el escritorio.
    
    Me impresionó la armoniosa forma en que la madre naturaleza había premiado a esa mujer y ahora me premiaba con la contemplación de su belleza, era obvio que no era ninguna jovencita. Pero ella era tal como me la había imaginado, una vez que la pude contemplar desprovista ...
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