1. El poder despoja a quien no lo tiene.


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Siendo este mi último año en el liceo, me encontraba castigado en detención desde la última semana. Este día, me tocaba realizar aquellas labores despreciadas por el área de intendencia, en la ignorada bodega que se encontraba ubicada de forma contigua a la dirección escolar, para ser exactos; Me asignaron a ordenar un área que llevaba décadas sin que siquiera sacudieran el polvo y las telarañas, en especial un gran anaquel que está ubicado al fondo. Pronto descubrí que aquel muro comunicaba a la oficina de la señora Winter. Mujer que está a cargo de la dirección académica y administrativa del plantel.
    
    Mi labor consistía, en acomodar las cajas que se encontraban contenidas en una serie de repisas, apoyadas en dicho muro. Nunca esperé que al mover una de esas cajas ubicadas en la parte superior, hallaría una rejilla de ventilación que comunicaba a la oficina de la señora Winter. Desde la misma, hay un punto donde se puede apreciar una vista general de ese despacho. Estamos hablando que si ubicaras una cámara de seguridad en el punto al que me refiero, cubrirías todo lo necesario para obtener una buena vigilancia.
    
    Grata fue mi sorpresa, al ver que la directora Winter ingresaba a su oficina. En silencio observé el modo en el cual se desplazaba muy propia con elegancia felina, inmediatamente después de haber cerrado la puerta, se levantó la falda por encima de la cintura, con intención de acomodarse las medias que estaban sujetas a un liguero, que llevaba puesto por debajo de sus bragas.
    
    Me impresionaba el poder comprobar, aquello que hubo rondado durante mi estancia en el liceo respecto a lo que ella, elegía llevar por debajo de la formalidad de su atuendo para desempeñar sus funciones como directora. Mis ojos pudieron recrearse al notar, que en efecto ella es poseedora de un lindo par de muslos, pálidos y rozagantes en contraste con las relucientes medias, que le daban ese aspecto de sensual sofisticación que adquieren las mujeres al usar dichos artículos, como parte de su arreglo personal.
    
    Ella parecía estar muy interesada en resaltar lo impecable de su habitual apariencia. Parecía no estar satisfecha con el modo en que lucía particularmente en ese momento, se dirigió a la puerta para correr el pestillo de la misma, sacó de su armario un aparato el cual segundos después de haberlo encendido, despedía vapor de una manguera.
    
    Cuidadosamente, sus manos retiraban la falda de su bien formado cuerpo, ubicando la prenda en cierta posición en un gancho que tenía dispuesto aquella máquina de vapor, con la cual recorrió diligentemente el has que provenía de la manguera, hasta que la tela estuviera completamente lisa. Al terminar con la falda, se despojó de la sobria blusa que vestía con la intención de aplicarle el mismo tratamiento, el cual observé detenidamente mientras ella lo realizaba majestuosa en bragas y sujetador. ¡No podía creer mi buena suerte al estar contemplando aquello!
    
    Mi respiración parecía detenerse, al captar cada ...
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