1. Locura en la noche III


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: ks2tfe, Fuente: TodoRelatos

    ... que no tenía opción de follar me volví a acostar y me deje dormir. Unas horas después, aún seguía a oscuras, no té que las sábanas se movían. Yo estaba de espaldas a mi esposa, pero no tardé en darme cuenta que ella se estaba masturbando ya que cada cierto tiempo, sacaba la mano de debajo de las sábanas la humedecía con su saliva y volvía a bajarla a su coño. Notaba el olor a sexo en el ambiente pero me hice el dormido para ver hasta donde llegaría. Enseguida se me vino a la cabeza lo que horas antes me había confesado, e imaginé que algo tendría que ver con aquello. Unos minutos después su mano se aceleró y dejó de preocuparse por los ruidos y el movimiento de su cuerpo. De repente se le escapó un gemido apagado al tiempo que arqueó su pelvis a lo que le siguieron unos espasmos involuntarios. Al finalizar su cuerpo se relajó y quedó boca arriba inmóvil durante algunos minutos más. Ella se dejó dormir, pero yo ya no pude.
    
    A la mañana siguiente todo fue normal, igual que el resto de la semana.
    
    Ya el jueves, Lucía nos pidió que quería comentarnos una cosa. Por lo visto había encontrado piso, y creía que ya era hora de iniciar su nueva vida en solitario. Nos propuso hacer una última fiesta pero esta vez me tocaría cocinar a mí.
    
    Llegó el sábado y mientras yo empecé a preparar la cena, ellas se fueron a vestir. Pensamos en que después de la cena podríamos ir a alguna discoteca o algún bar.
    
    Serví unas copas y les avise para que se dieran prisa en vestirse, pero poco caso me hicieron. Me acerqué a la habitación y tras la puerta escuché decirle mi esposa a Lucía que le encantaban sus pechos. No lo pude creer y me quedé un rato más escuchando. Al parecer se probaban vestidos y entre risas se piropeaban una a la otra. No era lo que pensaba, la mente a veces juega malas pasadas. Toqué en la puerta y les avisé que la cena ya estaba lista a lo que me contestaron diciéndome que ya iban que no fuera pesado.
    
    Me volví a la mesa y resoplando me di cuenta que volvía a estar empalmado.
    
    Diez minutos después ambas aparecieron al comedor. Estaba preciosas. Con dos vestidos de infarto y la verdad la espera había merecido la pena.
    
    Cenamos y tuvimos una velada estupenda. Copa va, copa viene y a medida que las copas entraban las risas y las bromas iban cogiendo color. Cuando Lucía fue a levantarse de la mesa para recoger sus piernas no le respondían.
    
    Estoy borracha dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Mi esposa que también estaba contenta se levantó a ayudarla mientras yo recogí la mesa. Se fueron al sillón y saliendo yo de la cocina, vi como ambas se tiraron sobre el sillón entre risas. Lucía abrió tanto sus piernas que dejó al descubierto su coño rasurado y sin cortarse un pelo, le dijo entre risas a mi esposa que como no se había puesto bragas me había enseñado todo el coño. Amabas se reían y mi esposa le dijo que qué mejor postre. Se giró hacia ella y reclinándose sobre ella la besó.
    
    Me quedé helado viendo aquella situación. No lo esperaba, ...
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