LOS HERALDOS DE LA LUJURIA XII “La Liberación” - Relatos Eróticos

LOS HERALDOS DE LA LUJURIA XII “La Liberación”

... unos cuantos metros de distancia en el mismo barrio en el baño de su casa, José Daniel recibía descontrolado órdenes de una voz en su mente que lo dominaba y le decía que se metiera los dedos con rapidez, instrucción que era acatada al pie de la letra por el joven que jamás había sentido el placer que estaba experimentando en ese momento, un lado sumiso que no conocía había aflorado en él y sentía que siempre iba a estar dominado por esa voz morbosa que conectada en imagen con Osuel, ese pensamiento lo excitó aún más pero a su vez le causó inquietud y mientras metía sus dedos con ritmo y velocidad dentro de su culo, su otra mano masajeaba su verga muy erecta como jamás había estado y en un momento de clímax acabó deslechado expulsando como 10 chorros de semen en la pared de ese pequeño baño. De manera simultánea, Osuel sintió el orgasmo de JD y fue mucho más de lo que él pudo soportar y en ese instante orgásmico acabó dentro del culo de culebra, quien al sentir la leche calentísima que brotaba del pene de Osuel y bañaba su próstata muy hinchada, también llegó al orgasmo bañando la pared de aquel sucio callejón donde se apoyaba y donde perdía su virginidad anal.

Los tres personajes quedaron casi desmayados, culebra apoyado con fuerza en la pared casi cayendo de rodillas, Osuel en la espalda de culebra y JD desmadejado en el piso del baño mientras el agua caía sobre él.

Poco a poco, iban saliendo del trance orgásmico en el que se encontraban, Osuel echa una mirada despectiva y a la vez autoritaria a culebra y le dice:

O: levántate, de ahora en adelante serás la perra de la pandilla, estás a la disposición de quien quiera cogerte y sin resistirte pones el culo o la boca y ya… ¿entendido?

C: si amo soy tuya…dispón de mí.

O: bien, párate y arréglate, notificare a todos que tenemos perra para nuestro placer.

Dicho esto, dio media vuelta y se retiró dirigiéndose al grupo que estaba en un extremo de la plaza, al llegar al grupo con voz de mando dijo:

O: atención todos… tenemos perra para nuestro placer –se escuchó una algarabía colectiva, chiflas y silbidos por todos- silencio… debemos agradecer la adquisición, es uno de nosotros que se descubrió a sí mismo como adorador de las vergas. Es el culebra, de ahora en adelante pueden disponer de él cuando así lo deseen, ojo pero sin abuso, con respeto y consideración. Es nuestra perra y debemos cuidarla. Si sé de abuso o maltrato hacia culebra lo destripo… esto se entendió?

Todos: sí jefe – dijeron a coro –

O: ok quedamos claros entonces.

En ese momento llegaba culebra al grupo, tenía la cara encendida de la vergüenza pero también de la excitación, echó una mirada al grupo en ese momento y los vio a todos con otros ojos, los vio viriles, los vio a todos como sus machos, por otra parte logró percibir la lujuria en los ojos de todos, estaba seguro que les iba a servir a todos. En ese momento uno de los compañeros (el mono), lo tomó del brazo y halándolo con autoridad le dijo:

M: ...