1. Pérfida


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Kaos, Fuente: TodoRelatos

    ... por épocas viajaba mucho, mi madre siempre estaba en casa.
    
    La época del instituto pasó, me gradué con buena nota, mejor dicho buenísima, y estaba preparada para afrontar mi vida universitaria lejos de ese enjambre lleno de hipocresía y falsedades. Pero no siempre llueve a gusto de todos. Tras el verano y sufrir lo que se llama un amor de verano, un chico de mi edad con el cual experimentamos nuestras primeras veces, besos apasionados, masturbaciones intensas, sexo oral y como no, sexo completo. Lo que al principio eran sesiones de cinco minutos luego fueron aumentando gracias a la práctica a diez, quince y veinte. Los orgasmo eran increíbles, mucho mejores que los autoinfligidos. En casa algo se olían, nunca mejor dicho porque llegaba a casa con un olor a sexo que pa qué. Como dije antes ese primer amor se fue, aún sabiendo lo que iba a pasar y estar preparados no fue menos doloroso, al menos utilizamos la cabeza y no cometimos ninguna locura, alguna de mis vecinas tuvo que viajar precipitadamente a otra ciudad para después estar una semana "indispuesta" mientras sus padres parecían más enfadados que preocupados por la indisposición de su hija.
    
    Como decía empecé mi vida universitaria, al llegar a la universidad me encontré con Nita, Asun y Sofía. ¿Que pollas hacían aquí?
    
    Pues decidieron escoger lo que para ellas era un coñazo, dirección de empresas, pero para mi era continuar con el legado de mi padre. A ellas las obligaron lo que para mi fue una elección voluntaria.
    
    Nita era hija de un empresario casi de la categoría de Nestor. Digo casi porque mientras Importaciones Chascal operaba internacionalmente llegando a Europa y Asia la empresa del padre de Nita operaba a nivel nacional y de EEUU solamente.
    
    Mi madre empezó a viajar con mi padre ya que era mayor y visiblemente responsable, decidió que cuando el salía de viaje ella le acompañaba.
    
    Aunque de nuevo estábamos en la sombra de Nita, yo decidí hacer mi vida, si veía un vestido o algún accesorio que me apetecía comprarme (no era de caprichos aunque alguno me daba) no iba a parar a pensar si Nita lo había estrenado o no. Al igual que el teléfono móvil que me envió mi padre desde Japón.
    
    Lo último de lo último, todavía no se había comercializado fuera del país nipón.
    
    No lo mostré, simplemente contesté a una llamada de casa para cercionar de que iba a comer.
    
    -¿Movil nuevo? - dijo Nita quitándomelo de la mano - dejame ver. ¿De donde lo has sacado?
    
    -Mi padre me lo envió desde Japón la semana pasada - respondí cerrando los puños rezando para que no se le cayese "sin querer". Ya había ocurrido antes, toda aquella que estrenaba algo antes que ella, se quedaba sin ello. Las prendas se manchaban o se quemaban por la ceniza que se caía "accidentalmente" del cigarro de Nita o los accesorios aparecían rotos...
    
    Como a Nita se le cayera el movil a ella se le caerían los dientes. Eso era tan seguro como que el agua moja.
    
    Algo vió en mi mirada porque el movil volvió intacto a ...
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