Pérfida - Relatos Eróticos

Pérfida

... apellidos.

- ¿Tu padre es Ábalos? ¿El dueño de importaciones Chascal? - dijo una de sus seguidoras. - ¿Nestor Ábalos?

- Si - y no pude decir más. En seguida me metieron en su grupo. La Reina se encargó de ello. Anita, pero todos la llamaban Nita. Según ella Anita es un nombre del proletariado y ella es una dama de alta alcurnia y por eso la debían llamar Nita.

Durante la estancia en el colegio supe el poder que tenía. Cualquier chico atractivo debía pasar primero por ella, y cuando se aburría de él (dos días a lo sumo) las demás podíamos intentar seducirle.

Ella era la que estrenaba bolso, modelito exclusivo, o algún perfume. Después de eso las demás podíamos hacerlo. Ella tenía la exclusiva de todo y de todos. No entendía eso, el porqué todas la bailaban el agua. Así que adopté el dicho "allá donde fueres, haz lo que vieres". Eso hice, me comporté en su presencia como una seguidora más. Pero con reservas. No tenía intención de estar a su sombra toda la vida. Las amistades van y vienen. Y tarde o temprano todas nos iríamos cada una por su lado.

Tuve suerte, los chicos que me gustaban no eran del agrado de Nita, así que los dejó sin probar.

Alguna cita terminada en besos o en alguna forma torpe de manoseo mutuo y poco más.

La vida en casa era perfecta. Bueno casi perfecta, el servicio se desesperaba conmigo cuando me veía hacerme la merienda, hacerme la cama o meter la ropa sucia en la lavadora. Nestor, mi padre, se moría de risa.

- Mi cielo - me decía - a esta gente, María, Ximena, Manu, Anita, Gerto...

se le paga por hacer ese trabajo. No es indigno. Es un trabajo honrado, digno, con el cual llevan dinero a casa. María lleva conmigo desde que era un adolescente, empezó como la que me preparaba el desayuno, me levantaba y impedía que llegara tarde al colegio. También fue la que me obligaba a parar a comer o salir a dar un paseo en las extresantes jornadas de exámenes. Sin ella no hubiera sido posible todo lo que he conseguido.

Tu labor, jovencita, es estudiar y divertirte. Ya llegará la época de las responsabilidades. No te sientas mal porque te preparen el desayuno, o recojan el baño cuando termines de ducharte. Ellas, tu madre y yo sabemos que lo haces para no molestar. - puso una cara comicamente pensativa - Ya se. Durante la semana, dejaras que ellas hagan su trabajo. Y los fines de semana y festivos tu te encargarás de ordenar tu habitación recoger la ducha y hacerte la cama. ¿Trato?

Y tanto que trato. Ese hombre era único. No dudo en casarse con mi madre a pesar que estaba yo. Me adoptó y me trataba como si fuese su hija biológica.

Mi madre, tras un curso de secretariado se convirtió en la secretaria de mi padre Nestor, a ver ella había estudiado en la universidad Literatura Inglesa. Estudios tenía pero es difícil compaginar el cuidado de un bebé, por mucho que su madre ayudara, con un trabajo. Así que se fue a vivir al pueblo y trabajar en la biblioteca local.

Ambos trabajaban mucho. Y aunque Nestor ...