1. Estrenando a mi ahijado de 18 años


    Fecha: 02/07/2019, Categorías: Incesto Autor: Ishtar Flores, Fuente: CuentoRelatos

    Debido a la cercanía de nuestra casa con la Universidad, mi esposo y yo decidimos darle asilo a mi ahijado Josué, él nos comentó que solamente sería unas semanas. Nunca me imaginé vivir una situación como esta, pero así se dieron las cosas. Josué, es alto aproximadamente 1, 78cm, delgado, de cabello negro, un poco agraciado y tímido. Me gustaba mucho, pero jamás pensaba decírselo. Sin embargo, un viernes, mi esposo e hijas salieron por lo que nos quedamos los dos solos y mi lujuria, ardía como el mismo infierno.
    
    Me arregle, me puse un mini vestido negro pegado con medias negras, y mi cabello suelto, agregue un poco de perfume y después, abrí la puerta de su alcoba y le pregunte si podía entrar. —Si, adelante —Me acerque a su cama, sentándome en el borde. ¿Cómo estás? —Le pregunte —Bien —Me respondió un poco sorprendido de verme en su cuarto. Vi que su mirada se perdía en mis largas piernas, como si quisiera ver algo. Con mi mano izquierda me subí un poco el vestido, lo suficiente para que alcanzara a ver algo. Josué me miraba con insistencia. Decidí abrir las piernas. Por lo que mis pantaletas quedaron al descubierto. —¿Te gustan mis piernas? —le pregunte Josué no alcanzo a pronunciar palabra de lo asombrado que estaba. Me sentí tan sexy en ese momento... tan admirada, tanto que... sentí que me humedecí, lo confieso. Posteriormente me puse de pie para que admirara mi figura. Sobra decir que Josué estaba con la boca semiabierta, admirando y deseando mi cuerpo—¿Nunca has estado con una mujer? —Le pregunte—Eh... no... no —Alcanzo a decir visiblemente sonrojado.
    
    Extendí mi mano para invitarlo a que se pusiera de pie. Al levantarse pude ver que su pene estaba visiblemente erecto. Me acerqué a él, y estando de pie comencé a besarlo. Pude sentir como sus manos recorrían mi espalda de arriba a abajo, hasta llegar a mi culo. ¿Te gusta mi trasero? —Sí, —Me respondió. Me hinque ante él y le quite el pans que llevaba puesta. Su miembro erecto salió a escena. Era hermoso, grande, cabezón, lleno de venas y con la clásica ligera curva. No obstante, le dije primero dame placer a mí, me acosté en la cama y abrí mis piernas para que fuera más fácil para el disfrutar mi vagina. Sus labios y su lengua exploraron toda mi vulva, incluyendo mis labios vaginales. A pesar de ser novato, metía su lengua hasta el final de mi vagina hundiéndola en ella, después besando y mordiendo suavemente mi clítoris y no pude más. “Aaa Sigue amor mío, mi vagina ya estaba húmeda, después metió un dedo, luego otros, por lo que mis flujos vaginales empezaban a salir, sigue ahijado, si aaa que rico.
    
    Dijo: ¡Qué buena estas madrina!: Le replique: Ahora verás lo que es una mujer. Inmediatamente me puse de rodillas, y empecé a pegarle una buena mamada, mi boca tragaba por completo su miembro el cual se iba poniendo más duro. Él no cabía de gusto al ver como su verga desaprecia en mi boca, se retorcía, incluso trato de aventarme ya que el placer era demasiado, pero yo se lo impedí ...
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