1. Aprendizaje Sexual Oportuno 2


    Fecha: 21/03/2019, Categorías: Incesto Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues30

    ... siempre parecían enojados, o tal vez desesperados, leyendo sus líneas con miradas preocupadas en sus rostros.
    
    Uno locutor se había derrumbado por completo en el aire una noche, negándose a leer el apuntador y despotricando que esto era «el futuro» y que la humanidad necesitaba «aceptar lo que no podía cambiar», que la solución era tan simple y los humanos la estábamos complicando por nuestros tabúes impuestos por tradición. Había estado pegado a la televisión hasta que el equipo trató de arrastrarlo y la estación salió del aire.
    
    Las cosas se aceleraron rápidamente después de eso. VEL H1N3 (Virus Estimulante Del Lívido), así lo llamaron, pero el nombre hizo muy poco para capturar la realidad conflictiva que trajo. Vino de la nada. Se extendió rápidamente. Las acusaciones de que solo se contagiaba a través de fluidos corporales eran falsas, pero le dio a la gente una excusa. Con el tiempo se determinó que el virus estaba en el aire.
    
    Tenía vívidos recuerdos de mi vecino siendo arrastrado fuera de su casa, con los vecinos gritándole cosas por haber tenido sexo con su hija de 10 años. Realmente no entendí en ese momento. La humanidad estaba cambiando, la composición esencial de nuestro ADN estratégicamente descomprimida y recodificada por el virus con pequeños cambios que representaban toda la diferencia del mundo.
    
    También hubo efectos sutiles para los hombres, aumento de la producción de tiroides y testosterona, mayor deseo sexual y longevidad, varias enzimas nuevas estaban presentes en la eyaculación. La vida masculina habría continuado casi sin cambios, si no fuera por los efectos dramáticos en las mujeres, y especialmente en las niñas.
    
    Posterior a eso se descubrió que las nuevas enzimas en el semen ayudaban a controlar la histeria femenina mejor que los más avanzados ansiolíticos, no importaba la vía, ya fuera oral, vaginal o anal, el semen se absorbía y las tranquilizaba. Sin embargo aún y con esto, la sociedad se negaba a aceptar un hecho, esto era inevitable.
    
    Años más tarde, durante el apogeo del problema, alguien me entregó un folleto en el campus de mi escuela secundaria, hablando de la solución simple al problema, solo sexo. Ese fue el año en que la administración gubernamental había llevado a todas las niñas a escuelas femeninas, convirtiendo el nuestro en un campus solo para niños.
    
    Había ido con unos amigos a ver la nueva escuela que el condado había construido para las niñas: era un edificio feo, levantado apresuradamente, rodeado por un alto muro rematado con alambre de púas. Fue desconcertante.
    
    Parecía como si todas las chicas hubieran estado encerradas en una prisión. Mientras pasaba las páginas del folleto naranja, comencé a darme cuenta de que eso era casi exactamente lo que había sucedido. Fue el último movimiento desesperado de una institución política en ruinas que no podía aceptar la nueva realidad que había visto gritar al presentador de noticias años antes.
    
    Panfleto tirado en la calle:
    
    «Hecho ...
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