1. Una yegua de sangre azul


    Fecha: 01/07/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: yanine10, Fuente: TodoRelatos

    Una yegua de sangre azul
    
    Cuando las primeras luces del alba alcanzaron las dunas del desierto, encontraron a la condesa de Shire tendida con lánguido deleite sobre su lecho de paja cambiada el día anterior.
    
    La yegua disfrutaba estos momentos temprano en la mañana antes de que los mozos de cuadra estuvieran despiertos.
    
    Apenas sentía los pinchazos de dolor del áspero heno que formaba su lecho... La sensación del collar de oro alrededor de su garganta, se había vuelto insignificante debido a la larga costumbre de llevarlo puesto desde hacía muchos años.
    
    La condesa apenas recordaba un tiempo en que no hubiera vivido en un establo o no hubiera caminado desnuda bajo el resplandor del sol libio.
    
    Sintió una profunda agitación en su abdomen cuando su potro, pronto a nacer, pateó.
    
    La condesa deseó poder tener sus manos libres para poder tocar la carne hinchada de su vientre pero una cinta de cuero las retenía tras su espalda.... El niño estaba ahora muy cerca de nacer... En menos de un mes, entregaría otro esclavo a su amo, el jeque.
    
    Sabía que él estaba orgulloso de su encantadora yegua de cría, ya que muchas veces lo había escuchado alabar a los cielos por su buena suerte al adquirirla... Su capitán de corsarios había sido generosamente recompensado el día que llevó a la condesa encadenada a la finca del desierto, donde vivía el Jeque.
    
    El suyo no era el único potro esperando por nacer... Frente a la condesa estaba el establo en el que dormía la majestuosa yegua que el Jeque había bautizado como ‘Rojiza’.
    
    La melena roja que tenía, la cubría como una manta y casi ocultaba la hinchazón del vientre embarazado.
    
    Rojizase había tomado su vida de yegua con resignación... Ahora, casi dos años después de su captura y esclavización, ni siquiera se había resistido cuando el Jeque ordenó que la preñara su propio hijo también cautivo y pelirrojo como su madre.
    
    El criador prometió al Jeque que su potro tendría los gloriosos rizos rojos de sus padres.
    
    El hijo de Rojiza y la macho de la duquesa eran machos y, por tanto, dormían en el otro extremo del granero.
    
    Al igual que los otros sementales, al pequeño macho, hijo de Rojiza, lo tenían separado y metido en su propio recinto... Los mozos de cuadra habían aprendido hacía mucho tiempo que los machos eran demasiado violentos e impredecibles para que se les permitiera acercarse a las yeguas de cría y sus crías.
    
    El hijo de Rojiza había sido particularmente rebelde, recordó la condesa... Algunos escrúpulos residuales de sus días como humano sin duda encontraron poco atractiva la idea de que lo cruzasen con su madre.
    
    Sin embargo, pronto aceptó el destino, y ahora el hijo de Rojiza era sólo otro miembro del ganado de sementales... Incluso parecía que preferla, cuando llegaba el momento del servicio de semental, tener la oportunidad de cubrir a su yegua madre.
    
    El semental de la condesa estaba atado en un establo cercano... Era el joven Adnan, que había sido su criado en el viaje del ...
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