1. Escuela para aprender a follar VI


    Fecha: 13/04/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Fetichismo Gays Autor: Remaster64, Fuente: SexoSinTabues30

    ... placentero que era tener mi verga con mis huevos metidos en su culo.
    
    «¡Que delicia pequeño!» grite encantado, cambie las posiciones poniendo boca arriba al menor, abrí sus piernas lo mejor que pude y levanté mi cuerpo para tener mayor acceso a su agujero, mi espalda se estiró hasta cubrir todo su cuerpo, algo que pareció gustarle ya que sonrió morboso.
    
    De una embestida volví a meterle mi hombría lo cual recibió con un gemido ahogado, con potentes penetraciones hice rechinar la cama, el vaivén de nuestros cuerpos creaba una fricción placentera para nuestros cuerpos.
    
    El sudor volvía a bañarlo en grandes cantidades lo cual disfrutaba abriendo la boca para saborear, una risa sardónica se escapó de mi al verlo hacer eso.
    
    Seguí bombeando su agujero con gran cadencia mientras el olor a semen seco, sudor masculino y orina impregnaba nuestros cuerpos, era rancio, agrio y picoso, pero para mí era un recordatorio de lo que hicimos.
    
    «¿Hueles eso pequeño? Es el aroma de nosotros» gruñi con la vista nublada por el deseo.
    
    «Me gusta como huele, me recuerda a usted» comentó Jeremy con su mirada encantadora, cerré los párpados soltando una maldición.
    
    «¡Vas a matarme pequeño!» grite emocionado, mis arremetidas seguían taladrando con fuerza su culo, pero a él no parecía importarle, seguía saboreando mi sudor y oliendo nuestro aroma a sexo, era perfecto.
    
    Cambie de posición de nuevo mirando la hora en la pared, tenía que ser rápido antes de que las clases iniciarán, estando boca abajo puse parte de mi peso en mis brazos a cada lado del cuerpo del menor para acelerar mis penetraciones, este mordía la sábana escuchando el golpeteo de nuestras pieles.
    
    «Suena bien ¿Verdad? Nuestros músculos danzando en un ritmo erótico ¿Te gusta?» Pregunte con la respiración entrecortada, el esfuerzo en mis embestidas era mayor, la intensidad de mis golpes era tal que tenía la cara roja, necesitaba aumentar la potencia si quería terminar antes, nunca me había atrevido a intentarlo por miedo a matar a mi pareja, pero Jeremy lo recibía tan bien que mis preocupaciones eran inexistentes con el.
    
    «¡Amo el contacto de su piel con la mía! ¡Es música para mis oídos!» gimió el chico, la cama temblaba ante cada arremetida e incluso la madera crujía por mi peso.
    
    Sintiendo el semen recorrer mis testículos hacia mi verga, tome el rostro de Jeremy para besarlo, mientras lo hacía exprimi hasta la última gota de mi semilla en potentes chorros, cada uno acompañado de un orgasmo que me obligaba a gemir entre besos.
    
    «¡Joder! ¡Que delicia!» comenté mordiendo los labios del menor, su aliento con el mío se combinó mientras mi semilla salía a borbotones de su culo rojo.
    
    A pesar de verse como el de los demás niños heridos, este tenía una capa de piel tersa, como si de una armadura delgada se tratara, solo pude admirar aquel ano mientras mi verga morcillosa salía de el cubierta de fluidos. Con la respiración entrecortada y una sonrisa nos levantamos.
    
    «Ponte la ropa y vete, ...
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