1. Lorena: mi novio y mi familia (4)


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos

    ... casa el día que acepté ir a ese viaje, en realidad era muy linda, no tan alta como mi novia ni tampoco tan voluptuosa, pero la chica tenía un cuerpo hermoso y una sonrisa que llamaba mucho la atención; sonreí al ser consciente de lo que estaba pensando, al notar que en realidad me estaba planteando el acostarme con esa señorita y que al hacerlo, mi cuerpo había reaccionado con una importante erección, visible al notar el bulto que se formaba bajo la tela de mi pantalón.
    
    Estaba tan absorto imaginándome lo que podría hacer con esa chica, que puse muy poca atención en el camino, dejándome llevar por la costumbre tras haber dejado a mi novia en su casa miles de veces, hasta que de pronto y prácticamente sin haberme dado cuenta de que había llegado, detuve el carro justo en la entrada de la puerta de la casa donde vivía mi chica y su peculiar familia.
    
    Nunca consideré el que ya me estuvieran esperando, lo que me quedó claro mientras bajaba del auto, cuando sentí un vuelco en el estómago al observar cómo los gemelos salían a tropel de la casa, como si quisieran llegar antes que nadie al carro, seguidos por mi chica y una hermosa mujer madura, quien asumí que sería la madre de mi novia. Debo decir que si bien todos me recibieron con los brazos abiertos, quien más llamó mi atención fue Rosa: parecía mentira que una mujer de su edad pudiera conservarse en tan buena forma.
    
    No lo voy a negar, desde el momento en que la vi, mi atención fue capturada por esa mujer y las cosas se pusieron aún peor cuando me abrazó y pegó sus senos a mi pecho para luego posar sus labios en los míos, en un delicioso beso que provocó que mi pene despertara de nuevo, amenazando con una incómoda erección; algo que me dejó helado por unos segundos, ante el temor que me causó la posibilidad de mostrar mi excitación enfrente de todos, un gesto que afortunadamente fue interpretado por la mayoría como timidez.
    
    Algo similar, aunque no tan intenso, ocurrió cuando Lola me besó, solo que que ella lo hizo de una forma más pasional, más sexy, metiendo su lengua en mi boca y emitiendo una especie de gemido tenue que me hizo erizar la piel, mientras pegaba todo su cuerpo al mío y me permitía sentir sus senos sobre mi pecho, que aún cuando eran considerablemente más pequeños en comparación con los de su madre o los de Lorena, seguían siendo igualmente hermosos y atractivos a mis ojos.
    
    A pesar del buen trato y la extraordinaria química que desarrollé con todos en el viaje, constantemente me azotaba la idea de ver a mi novia en los brazos de Luis, quien he de decir que era un chico muy divertido, a su forma, y notablemente amable, con quien compartí algunas palabras durante aquel receso del viaje, cuando nos paramos por algunos minutos y las chicas aprovecharon la oportunidad para ir al baño.
    
    - Dime una cosa, cuñado, ¿Qué piensas de todo esto? Puedes ser honesto conmigo, nada saldrá de aquí - me dijo, con tanta naturalidad como si estuviéramos hablando del último partido de fútbol ...
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