1. La mamá de Joaquín. Cap 1


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... las cargadas más duras durante la hora de clase, pero nadie me dijo nada. Cuando tocó el timbre, fui al baño. Sentí cómo un grupo de pibes me seguía. No quería darme vuelta a mirar quiénes eran. Me desvié y fui a un sector del patio que estaba muy cerca de la dirección.
    
    Pasé las siguientes horas de clase totalmente tenso. Pitu estaba sumergido en un silencio que me daba mucho miedo. Hubiese preferido que me gaste como lo hacía siempre. Algo estaba tramando.
    
    Cuando tocó el segundo recreo, no aguanté más las ganas de hacer pis. El baño era como una especie de tierra de nadie. Ahí no van los profesores, ni los otros empleados de la escuela. Vi de reojo que Pitu y los demás estaban boludeando en la galería frente a nuestra aula. Pitu le estaba hablando a Agustina, quien sonreía con lo que escuchaba. Me dieron muchos celos, pero tenía que mear.
    
    Me metí en el baño. Había un mingitorio libre. Descargué el potente chorro de pis.
    
    —Eh ¿Este es Joaquín? — Preguntó el pibe que estaba meando al lado mío, mientras yo me sacudía las últimas gotas. El hecho de que la pregunta no fuera dirigida a mí, ya de por sí me dio mala espina.
    
    —Sí, es este. — dijo el pibe que estaba en mi otro costado. —he ¿y tu mamá cómo está? —Preguntó con una sonrisa irónica. —Me dijeron que está muy buena. —Agregó.
    
    Me metí la verga en el pantalón y cerré la bragueta. No pensaba contestarles.
    
    —Me dijeron que tiene un re orto. —dijo el de mi derecha.
    
    Fui a lavarme las manos, todo colorado. Ellos me siguieron. Los vi reflejados en el espejo.
    
    —He ¿Me presentás a tu mamita? —dijo uno de ellos. Era un gordo con ropa deportiva sucia y vieja.
    
    Ambos eran del otro turno. Los tenía de vista. Seguro estaban en la clase de educación física.
    
    —Si querés hacemos una vaquita para pagarle…
    
    No me pude controlar. Ese comentario fue la gota que rebalsó el vaso. No pensaba soportar más insultos.
    
    El que había dicho eso era un flaco alto, morocho, de pelo pajoso. Lo agarré del cuello, poseído por la bronca.
    
    —Mi mamá no es ninguna puta. — le dije. Estuve a punto de darle una piña, pero él reaccionó antes, dándome un fuerte puñetazo en la panza.
    
    En el baño había dos o tres pibes más, que se fueron corriendo cuando vieron que se venía el quilombo.
    
    El gordo me agarró del hombro y me dio una piña en el mismo lugar donde su amigo me había golpeado. Quedé en el piso arrodillado, sin aire.
    
    —Che ¿Sabés qué? —le dijo el gordo a su amigo. —Me dieron ganas de mear de nuevo.
    
    —jajaja sos un hijo de puta. — se rió el flaco alto, cuando vio que el primero ya liberaba su morcilloza pija y apuntaba a mí.
    
    No me podía mover del dolor. Estaba perdido. Esa sería la humillación final. Después de eso, no podría volver a ver a Agustina a los ojos. A Pitu, al menos había podido darle un golpe. Pero estos pibes iban a convertirme en el azmereír de la escuela entera. Cuando todos se dieran cuanta que estaba todo meado, ni siquiera me daría la cara para volver a la escuela. Deseé ...
«12...5678»