1. Follando mi primo me hizo gritar


    Fecha: 28/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    Estaba tan excitada con el continuo roce de su cuerpo que mis manos empezaron acariciar mis pechos por encima de mi camiseta, mis nalgas continuamente se frotaban con su cuerpo, con su pene que a pesar del estado de reposo en el que estaba me lo imaginaba bastante grande, mi mano derecha busco mi tanga y apretando con mis dedos sentía la humedad que había en la tela, estaba loca, prácticamente no lo conocía y sin embargo me atraía de una manera increíble.
    
    Me di la vuelta y le vi dormido plácidamente, no se había despertado ni con el tremendo ruido del viento, ni con los roces de mi culo sobre su pene, sus labios me llamaban a besarle y con sumo cuidado para no despernarle le empecé a besar, sus labios suaves al igual que el resto de su piel y su olor me excitaba.
    
    Fuera la ventisca helaría los cuerpos en segundos, pero en el interior del hotel hacia bastante calor debido a la leña que ardía en la chimenea, eche el edredón hacia nuestros pies con delicadeza y empecé acariciar su cuerpo desnudo, musculoso sin prácticamente vello en su pecho, pasaba mis dedos dibujando sus abdominales hasta llegar a su bóxer, mis labios le seguían besando, mirando que no despertarse.
    
    Mis manos buscaron la forma de entrar por debajo del bóxer, pero cada vez que lo intentaba él se movía, descubrí que tenía dos pequeños botones en el centro uno de los cuales estaba abierto, podía ver su vello y desabrochando el otro mi mano pudo entrar y buscar su premio, un pene que prometía, era suave y con glande por fuera, se lo saqué del escondite y lo empecé a lamer con suavidad y ni aun así se despertaba.
    
    Empecé a besar su glande muy despacio con mis labios y poco a poco lo iba metiendo dentro de mi boca, chupándolo con suavidad, notaba como aumentaba de tamaño y de grosor hasta tener una verdadera campeona entre mis manos en forma de lápiz, que ahora subía y bajaba metiéndose en mi boca, saboreando aquel tronco duro y venoso mientras él, seguía durmiendo, pero ahora de vez en cuando su cabeza se movía de un lado a otro emitiendo pequeños gemidos.
    
    La punta de mi lengua recorría todo su glande, bajando y metiéndomelo entre los labios como si fuera una mazorca de maíz, subía por él terminando mi exploración y volviéndomelo a comer, metiéndola despacio en mi boca, sacándola y metiéndola hasta que no quedara nada fuera, con suavidad para no despertarle, saboreando su líquido pre seminal que ya salía, llenándoselo de mi saliva a la vez que con mucha suavidad mi mano resbalaba por él, acariciando su piel suave.
    
    Le hice una mamada que duró varios minutos hasta que su cuerpo empezó a moverse más de lo normal, pensé que al final lo había despertado, pero no, empezó a gemir y su pene empezó a expulsar chorros de su semen caliente en mi boca, tragándome su leche según salía y yo seguía chupando como un caramelo hasta que salió toda, mi lengua recogía cualquier rastro de su leche entre mis labios y con una sonrisa en ellos le volví a abrochar los botones de su bóxer, volví ...
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