1. Halloween – El Payaso Sonrisas


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Gays Autor: Nauj69, Fuente: SexoSinTabues30

    ... con manivela. Sumamente extrañado, cerró el refrigerador y se giró tratando de identificar de que parte de la casa se originaba aquella inquietante melodía. El asustado crío titubeó antes de dar unos cuantos pasos hacía el pasillo; donde se quedó parado y se extrañó todavía más, pues la música parecía proceder de todas direcciones. Llamó nuevamente a sus papás, con la voz bastante quebrada por el pánico que lo estaba invadiendo. Aquello tenía que tratarse de una broma de Noche de Brujas, pensó; cosa que tampoco lo calmó mucho que se diga. Entonces prefirió volver a la confortante luz blanca de la cocina; sólo que cuando regresó a ella, él no estaba solo. Ahora había un hombre de pie en medio del cuarto, pero no cualquier hombre; un payaso, y no uno convencional, uno aterrador.
    
    El payaso que tenía enfrente era muy diferente al Señor Sonrisas de esa tarde. Éste usaba únicamente un flojo pantalón carmesí a rayas, guantes blancos y del mismo color un cuello de arlequín (gorguera) con dobladillos y dos pompones rojos; pero aparte de eso el resto de su torso estaba descubierto, exhibiendo un impresionante físico fornido. Sus pectorales eran torneados, con hombros y brazos musculosos, y un estómago plano en donde una hilera de pelitos negros subía hasta regarse en un varonil pelo en pecho. Aunque lo verdaderamente perturbador era el maquillaje que éste tenía. Su cabeza rapada y todo el rostro hasta el cuello eran blanco hueso, casi fantasmal, con unas marcas triangulares azules sobre las cejas, y por nariz y mejillas tenía unos puntitos rojo sangre; completando el tétrico cuadro con que en la boca traía dibujada una desfigurada y macabra sonrisa de dientes amarillos.
    
    Carlitos se quedó inmóvil, clavado al piso. El aire de sus pulmones parecía haberse esfumado, dejándolo sin aliento y sin poder gritar. Y mientras el extraño hombre seguía ahí parado, a escasos metros de él, sin hacer o decir nada, sólo viéndolo fijamente y respirando de una forma casi predatoria. En eso el chico puedo reaccionar y cuando bajó un poco la mirada se dio cuenta de que el payaso cargaba en las manos dos cosas. En la derecha tenía una enorme hacha, de esas para cortar leña, y en la izquierda sostenía… —No, había visto mal. Aquello no podía ser lo que él creía que era– Entre los dedos del payaso había un puñado de cabellos negros, que salían de una cabeza humana, de la cabeza de su propio…
    
    El niño al fin recuperó el aliento y con un desgarrador grito de auténtico pavor, salió huyendo de la cocina. En el horror que experimentó, en vez de ir hacia la puerta principal, se dirigió rumbo a su habitación; tropezándose en varios de los escalones en lo que subía cómo podía.
    
    Cuando alcanzó el descanso superior de las gradas, el desesperado Carlitos se volteó y observó la terrorífica escena en donde el grotesco payaso venía tras de él; lentamente, pero a paso firme, confiado de que atraparía a su pequeña presa sin necesidad de mucho esfuerzo. Entonces el chiquillo al llegar a ...
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