1. Follándome con mucho placer a la esposa de un gran


    Fecha: 27/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Valenciano, Fuente: TodoRelatos

    ... cabeza, que no entiendo esas ganas de querer ser cornudo— después de leerlo me pregunta si se me ocurre alguna sugerencia para contestarle, le digo que prefiero que sea él. —42 años y sigues siendo una puritana, es solo sexo y lo de ser cornudo es solo problema mío— estaba vez vemos que está escribiendo nada más recibir el wasap, a Hugo le sorprende su respuesta a mi nada —es que si ero ocurriera, que no va a ocurrir, ya te digo que los cuernos no serían como tu piensas, porque si tu piensas que llegaríamos a un 5 te aseguro que yo llegaría a un 20, porque no tendría freno— Hugo no la entendía y me pregunto por mi experiencia que es lo que pensaba —no lo sé seguro Hugo, pero me da que a lo que se refiere, es que si habéis hablado fantaseando o no, de hacerlo y de lo que se puede hacer o no, de los límites, te está diciendo que limites ninguno y que se haría lo que ella quisiese— y le dije que creía que en eso coincidíamos su mujer y yo. Aun así, quedamos el sábado por la noche y lo peor que podía pasar es que cenáramos él y yo solos.
    
    Me confirmó que venían el viernes por la noche, el sábado me fui a comprar la cena preparada para ese día. El sábado por la mañana mientras compraba me llego un audio de Hugo. Era una conversación con Sofía, donde Hugo le decía que desde que pisaran mi casa, tendrían que hacer lo que yo dijese y ella se comportaría como una cachonda sumisa. Sofía no dejaba de decirle que estaba loco, que era un chalado... que no se iba a prestar en hacer lo que decía. Es más, al final le dice —se me ocurre una idea mejor, tú se la chupas y yo miro, ya está— la respuesta de él —por una vez vas a mostrar lo puta que eres, que bien que te gusta que te miren, por eso te vistes algunas veces como te vistes, pero esta vez lo harás porque te lo digo yo y te pondrás el vestido negro, ese que no le hace falta sujetador, para cuando te vea Pelayo, quiera empalarte por ponerle la polla como un garrote— ella termina la frase con un sorprendido estás loco.
    
    Abro la puerta y tenía razón Hugo mi rabo se volvió majara. Sofia traía puesto un vestido negro, que tenía un escote que prácticamente le llegaba al ombligo, sus tetas estaban libres y se le movían. La parte baja del vestido le llegaba a mitad del muslo, quien la hubiera visto por la calle se habrían vuelto locos. Unas elegantes sandalias con un tacón inmenso, llevaba bastante sin verla, pero estaba mucho mejor que la última vez. Dejo que pasen delante y el culo sigue siendo especial. La cena era de picoteo, ella pidió vino, Hugo una cerveza. Lo que me extrañaba es que hubiera salido de casa de sus padres con ese vestido. Los dos besos de recibimiento fueron muy sensuales por mi parte. Era curioso que sus tetas las había visto infinidad de veces, pues esta vez sin verlas del todo, me estaban poniendo cachondísimo. Una vez nos sentamos no me pude contener —Sofia siempre estás perfecta y bella, pero esta noche te has superado. Que suerte tienes Hugo— tanto ella como Hugo sonrieron dándome ...
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