Follándome con mucho placer a la esposa de un gran - Relatos Eróticos

Follándome con mucho placer a la esposa de un gran

En julio un amigo sin venir a cuento, sin ton ni son me propuso a bocajarro que hiciera un trio con él y su mujer. Hubo un gran enfado porque le dije que no y no es porque su mujer no estuviera apetecible, que lo estaba, pero es que ella me caía muy mal, pero como si fuera cosa del destino más retorcido apareció otro amigo y me di cuenta de que el verano lo carga el diablo.

Hugo es un amigo de toda la vida como quien dice, aunque nos llevamos trece años, nos conocemos hace mucho, porque estudiamos juntos la misma carrera. Hugo que tiene 45 años y físicamente es un portento, no tiene un gramo de más de grasa. Es de mi altura y tiene una mujer maravillosa. Simpática, agradable, dulce, divertida, entretenida, buena esposa y buena madre. Sofíatiene 42 años, deportista nata y siempre va en bicicleta y nada de eléctrica. Lo que ayuda a que tenga piernas y un culo de locura. Como habíamos ido algún fin de semana juntos de camping, a la playa, etc. La había visto en bikini y haciendo toples. Su culo se notaba duro y alzado, dos buenas mollas por nalgas. Un culo para taladrárselo a todas horas y sus tetas eran sumamente llamativas. Llamaban poderosamente la atención y no solo a mí, porque era imposible no mirarlas y desde que fue madre aún más. Porque eran unas tetas grandes, con unos pezones granes, puntiagudos y que miraban al cielo, de color café oscuro. Siempre estuve convencido que tal como me miraba ella sabía que tenía ganas de follármela y que ella sabía que me había dado cuenta de que tenía que ser muy puta. Por mi parte jamás hubo ningún tipo de insinuación o de palabra inadecuada. Todo esto cambió un día que como Hugo sabe mi vida de sobra me dice que necesitaba charlar seriamente conmigo y tal como me lo dijo quedamos ese mismo día para hablar.

— Pelayo como nos tenemos mucha confianza, no me voy a ir por las ramas y seré muy directo (pensaba lo peor y que Sofia le hubiera dicho algo que no se correspondía)

— Me parece muy bien, porque entre amigos así debe de ser.

— ¿Te quieres follar a Sofía?

— ¿COMO?

— Perdona, que he hecho mal la pregunta. ¿Te apetecería follarte a Sofia? Sin miedo, con sinceridad.

— Me esperaba cualquier cosa menos esto. La verdad que a cualquiera que le preguntaras te contestaría que sí.

— Pero no se lo estoy preguntando a un cualquiera, se lo estoy preguntando a mi gran amigo Pelayo

— Creo que la respuesta ha sido clara, pero si no lo has entendido, pues claro que me gustaría, pero también tengo claro que es la mujer de un amigo.

— BIEN. Pues ahora viene la segunda parte, quiero ver a mi mujer con otro y quien mejor que tú. Un tío de confianza, sano, que no toma cosas raras. ¿Qué te parece?

— Pues que me va a parecer, me parece de puta madre. ¿Y ella está conforme?

— Ese es el problema, me tienes que ayudar.

— Echa el freno Hugo, porque si lo intentamos sin ella querer, contigo se enfadará, pero haréis las paces, pero a mí no me querrá ver y perderemos si o si nuestra ...