Las fantasías de un hijo con su madre XX - Relatos Eróticos

Las fantasías de un hijo con su madre XX

... que eso no me importa - dijo entrando al nuevo juego de su madre - Eso me excita por el peligro que un día mientras te estoy follando, nos sorprenda tu marido.

Sus palabras elevaron no solo la calentura de su retoño, sino la de los amigos de su hijo, que al oír que era una mujer casada, jadearon y aumentaron el ritmo de sus masturbaciones. Raquel no fue menos y pegó un gemido al notar un duro mordisco en un pezón mientras su mano agarraba la verga de su retoño, imitando a sus amigos, pajeándolo.

Raquel: ¡Juegue con mi culo! ¡Cómase mis tetas! ¡Enséñeme quien manda! - berreó.

Al escucharla la obedeció y forzó con una de sus yemas su ojete mientras estrujaba sus ubres. Raquel se puso a dar lametazos a la cara de su retoño.

Raquel: ¡Me encanta que me trates como una perra! - berreó - ¡Soy tuya, solo tuya, te pertenezco!

Su entrega era tal que, dándole la vuelta, con su trasero ya desnudo, apretó sus dientes contra su grupa, dejando su mordisco bien marcado sobre su piel. Ella gimió, lujuriosa. Le dio unos azotes. Moviendo sus caderas de un modo sensual, Raquel le informó taxativamente de que estaba encantada con la idea que la tomara por atrás y por eso, separando sus dos nalgas con sus manos, hundió su lengua en su ojete, Raquel se masturbaba al mismo tiempo, mirando a los chavales que de vez en cuando venían a su casa.

Julián: ¡Le está comiendo el culo a esa zorra! - se sorprendió, morboso.

Héctor: Seguro que a esa perra su marido no la folla bien - se burló, cachondo.

Héctor: Ese cornudo no sabe darle caña a la guarra que tiene por mujer - se burló y rio.

Esos comentarios cabrearon y excitaron a partes iguales a madre e hijo, por lo que Manuel jugó con su esfínter con mayor énfasis.

Julián: Mañana, cuando veas a tu marido, podrás decir que es medalla de oro por la cornamenta que lucirá - se mofó.

Raquel: ¡Mi marido es un buen hombre y me folla muy bien! - dijo a los chavales - ¡Solo que me gusta ser la puta de mi amo!

Manuel siguió calentándola, ya que teniéndola abierta de piernas, expuesta, acarició brevemente su trasero mientras la alzaba en sus brazos, para acto seguido llevarla con un dedo dentro de su culo hasta su asiento y ponerla encima suyo, rozando sus sexos.

La cogió de su pelo y sin darle tiempo, la ensartó violentamente de un solo empujón. Raquel no hizo ningún intento de quitarse el mango que llenaba brutalmente su conducto vaginal, al contrario, cuando ya llevaba unos segundos siendo sodomizada se corrió. Su entrega le permitió usar su pene para machacar sin pausa su chorreante coño mientras le agarraba de sus pechos, haciendo que ella comenzara a cabalgar sobre su verga, mientras los chicos seguían pajeándose viéndolos.

Manuel: ¿No te da vergüenza, entregar tu cuerpo a un chico mientras tu marido está en casa pensando que su mujercita es una santa? - dijo siguiendo el juego a sus amigos - ¡Menuda zorra estás hecha!

Ese insulto junto con la certeza que estaba disfrutando, siendo ...