1. Puta yo


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos

    ... entrar y me dijo cuando comience la misa te veo en el patio o le diré a tu abuelita lo putita que eres.
    
    Lleno de miedo y coraje me salí apenas inicio la misa, atrás de mi salió el pollo y allí de pie, bajo un árbol a un costado del convento a las 11 de la mañana de domingo con el sol aplomo, me baje ligeramente los pantalones apenas lo necesario para que el pollo satisficiera sus necesidades, con un escupitajo lubrico su verga y me la metió.
    
    En solo unos cuantos movimientos había terminado, yo ni siquiera tuve oportunidad de sentir placer, de tener un orgasmo. se subió la bragueta y regresó al templo. Yo entré tras el con el culo lleno de leche, la raya de las nalgas pegajosas y húmedas y la cara llena de vergüenza y coraje, totalmente insatisfecha, regrese a mi lugar. el pollo me miraba y se reía haciéndome señas obscenas de como hace unos momentos me había tenido que someter a su voluntad.
    
    Lo odiaba y al mismo tiempo me encantaba, ser su perra, su esclava. Me fascinaba su falo duro, masturbarlo con la boca y sacar esa nuez de entre la piel, sentirlo entrar en mi culito poco a poco y después inyectarme su espesa leche para después burlarse de mí.
    
    Así que para entonces el pollo me había cogido por más de 150 días y de dos a tres veces por día, mas las vacaciones el pollo me había cogido más de 450 veces y todas ellas en contra de mi voluntad. Esto sin contar las
    
    cogidas que me daba Marcos que deben rondar las 200 folladas.
    
    En definitiva, era su putita.
    
    El pollo había entrado a la preparatoria y ahora llevaba amigos de su edad, chicos ya más desarrollados con penes capaces de provocar mucho placer y aún que no me consta siempre sospeche que le cobraba a sus amigos por que me cogieran. El pollo era ahora mi padrote. Una tarde apareció con cuatro amigos y me dijo: Hoy no te vamos a dejar hasta que chilles perra, Sentí miedo y emoción a la vez. Así que me ordeno: ¡Quítate la tanga perra! (Yo solía llegar antes para vestirme y maquillarme para él pues me había advertido que de no ser así todos se enterarían, y además confieso que me encantaba todo ese ritual, vestirme y maquillarme era como entrar en él papel de puta,)
    
    Obedecí y me dijo ponte en cuatro, me acomodé como ordeno en un viejo colchón que nos encontramos en la basura y el mismo pollo y yo llevamos meses atrás para que pudiera violarme a gusto. Me penetro por atrás de perrito como tantas veces lo había hecho, después uno de sus amigos me acerco la polla a la cara para que se la chupara, así pues paso uno por uno. mientras uno me envestía a otro se la chupaba. me cogieron de perrito, yo montándolos, de frente con las piernas al aire, sentado sobre ellos, acostado, de todas las formas que se pueda uno imaginar uno de sus amigos flaco y alto tenía en verdad una polla grande que no podía ocultar lo mucho que me gustó.
    
    Pasamos 4 horas, ya eran las ocho de la noche, estaba oscuro y el Pollo dijo: vámonos, no me dejaron cambiarme así que fui con ellos caminando por el ...
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