1. Puta yo


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos

    ... importante que me metieran objetos en el culo mientras yo se las chupaba. Así ganábamos todos.
    
    Para entonces ya también me maquillaba y usaba una peluca de mi madre. Era toda una puta.
    
    Un día mis padres me avisaron que nos mudaríamos de casa y que saldrían todo el día a buscar una nueva vivienda.
    
    Apenas se fueron, mi hermana como siempre se marcho y yo corrí a mi juego favorito. Jugar a ser puta.
    
    Lo que mis padres olvidaron decirme es que un pintor se encontraba en casa haciendo arreglos para vender la propiedad.
    
    Me encontraba metido en mis juegos, vestido de puta, de cuclillas metiéndome una zanahoria en el ano mientras un pepino se encontraba en la fila de espera de entrar por mi culo ese día pensaba romper mi propio récord, lo más grueso que me había metido era el mango de un cepillo de cabello (Me he introducido más de 200 objetos distintos, desde plumas hasta martillos, de frutas y legumbres a vibradores y herramientas.) y ese día quería intentar meterme un pepino de tamaño pequeño.
    
    Estaba tan ensimismado en mi juego, metiendo y sacando la zanahoria de mi culo cuando escuche un ruido, me quede quieto, miré hacia la ventana. Era el pintor, que colgado de una cuerda me miraba morbosamente desde la ventana.
    
    Cuanto tiempo llevaba ahí? Cuanto ha visto?
    
    Me preguntaba.
    
    Cuando lo miré sonrió y supe en ese instante que de esta no me iba a escapar tan fácilmente y un miedo enorme me sobrecogió.
    
    Se balanceo hasta el balcón de mi hermana y entro a la recamara; me puse de pie de inmediato, aun con la zanahoria en mi culo asomando por entre la braga de encaje que no me había bajado sino hecho de lado, estaba temblando. El era un joven de unos 26 años calculo. Yo, apenas tenía diez.
    
    Se quito el arnés y los pantalones sucios de muchos colores de no sé cuantos trabajos de pintura.
    
    Se saco la verga y me pareció enorme.
    
    La tenía bien dura. Así que debió estarme viendo por largo rato.
    
    Yo conocía ya la polla del conserje, pero eso lo tenía bloqueado en esos tiempos más que ahora.
    
    Así que solo conocía propiamente la verga de mis compañeros de escuela. Que además me encantaba mirar cuando orinaban. Y he de confesar que: A más de uno de ellos los había convencido para que me dejaran que se las chupara.
    
    Pero esto. Esto era distinto; ese pene era realmente enorme para mí. Calculo de unos 17 cm de largo y con esa cabeza que parecía un casco de soldado nasi, así lo veía yo; mi corazón latía a mil por hora de puro miedo.
    
    Me arranco la peluca y me tomo fuertemente por el cabello y me estrello la verga en la boca, yo apreté los labios, pero él con una bofetada ordenó. ¡Abre el hocico!. Y yo sin más obedecí casi sin pensarlo.
    
    separé tímidamente los labios y en ese instante introdujo ese enorme animal en mi boca de un solo golpe; aggg..
    
    Sentí que me ahogaba, y comenzó a bombear en mi boca, mientras me decía. ¡Eres una perra puta!; ¿no te da pena? tan chiquito y tan putito. (su pene tenía un sabor distinto al de mis ...
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