1. Puta yo


    Fecha: 26/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: nena2221, Fuente: RelatosEróticos

    ... amigos, pero me gustaba más, ahora sé que ese sabor nuevo y tan delicioso era el sabor de sus líquidos seminales), todo eso me comenzó a excitar y comencé a mamarle fuerte, estaba decidido a demostrarle a ese pintor que podía ser la mejor puta del mundo.
    
    Podía sentir su glande con mi lengua, exploraba cada milímetro de su verga, cada pliegue, cada rincón, cada vena y arruga con la punta de mi lengua y también podía sentir como salía un poco de liquido baboso y transparente de su verga tan rica, con ese sabor tan exquisito, le chupaba tan frenéticamente que me dijo: Espera putita, que no quiero terminar tan pronto.
    
    Eso era nuevo para mí. ¿Terminaaar? ¿Qué es eso? pues mis amigos y yo aún no eyaculabamos.
    
    Se quito y me ordenó que me pusiera en cuatro; como perra en la cama de mi hermana y yo sin más, obedecí.
    
    Me puse en medio de la cama, ofreciéndole mi tierno culito. Pero el me grito: !Además de puta, pendeja!, ponte en el borde de la cama cabrón.
    
    Sin saber que esperar, Gatee en reversa sobre la cama hasta que quede con las rodillas en el mero borde. Doblo la blusa-vestido sobre mi espalda, dejando al descubierto mi terso culo. Saco la zanahoria de mi culo, que yo ya había olvidado que aun traía bien metida en él ano, claro no sin antes meterla y sacarla de su sitio en repetidas ocasiones, dibujando círculos como para abrirme más el culo, me dolía lo que hacía, pero apreté los labios y me aguante gimiendo en silencio mientras me tiraba del cabello y me decía una y otra vez: !eres una perra! Por fin, después de unos minutos de esto, arrojó la zanahoria; me bajo las bragas hasta las rodillas. Yo lloraba y le supliqué que no lo hiciera.:
    
    No por favor, le decía gimiendo y llorando no le cojas!
    
    La zanahoria me había dolido horrible. No quería imaginar ese pene que era más largo y más grueso el dolor que me iba a provocar.
    
    El pareció no escuchar mis súplicas, se unto la verga con crema corporal de un tarro que mi hermana tenía en su cómoda, y que yo usaba continuamente como lubricante en mis juegos.
    
    Se acerco; me dijo: deja de chillar putita que esto te va a gustar.
    
    y de un solo golpe me metió la verga hasta los huevos. Lancé un grito: Hay! Seguido de llanto. Chille de dolor. Sentí que me desmallaba; me desvanecí, pero él me tenia fuertemente agarrado de la cintura, aun recuerdo como después de esa primera envestida fue sacando lentamente su verga recorriendo despacio todo el túnel que apenas unos segundos antes había recorrido como un rayo reclamando mi virginidad para después volver al fondo de mi ser, pero ahora muy lento, entrando en mi con ese pene tan rico. La sensación del glande partiéndome en dos, milímetro a milímetro.
    
    Era una sensación única, esa serpiente explorando el estrecho túnel de mi ano, era una sensación dolorosa, pero al mismo tiempo increíblemente rica y satisfactoria, era algo realmente único casi poético.
    
    Tenía miedo y dolor, jadeaba y lloraba, tenia el rostro empapado en lagrimas de dolor, ...
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