1. Algo que nunca imaginé hacer


    Fecha: 25/06/2019, Categorías: Infidelidad Autor: qeexy_hotmail, Fuente: CuentoRelatos

    La hermana de mi pareja se llama Bea. Tiene 46 años, pero no aparenta más de 30, porque es de esas chicas que llaman la atención por su atractivo. Mi pareja también lo es, debe ser cosa de familia. Yo soy un chico normal, de 45 años que sinceramente no se deja llevar por el atractivo físico sino más bien por la sensualidad y lo que te trasmite la otra persona, y creo que eso es lo que me llevó a no poder resistirme a esta tentación. Es extraño como cambian las cosas respecto a lo que uno cree y como pueden ser de diferentes las personas de como uno se las imagina. Nunca pensé en Bea a nivel sexual, pero quizá porque era algo tan remoto e inimaginable que ni entraba a formar parte de la imaginación (y tengo mucha) y yo tiendo a excitarme solo con cosas que pueden llegar a ser posibles.
    
    Jamás había sentido que Bea haya tenido ningún interés físico o sexual por mí, y nos conocíamos ya hacía tres o cuatro años. En mi caso la primera vez que tuve deseo por ella o al menos una fantasía, fue una tarde en la que estaba con la familia de mi pareja, todos sentados alrededor de una de esas mesas de comedor bajas charlando.
    
    Yo estaba en una silla y Bea en el sofá. Ella llevaba una falda que no era corta, pero la tenía remangada para sentarse con las piernas abiertas y entrecruzadas encima del sofá. El caso es que desde mi perspectiva veía claramente su coño, y digo claramente porque no llevaba las bragas puestas. Yo intentaba no mirar, por una parte porque me parecía invadir su intimidad y por otra por si me veía y la situación fuese incómoda entre nosotros a partir de eso. El caso es que ella hablaba conmigo y a mi se me iba la mirada hacia su coño sin poder evitarlo. No modificaba su postura ni bajaba su falda a pesar de lo obvio de mis miradas. En mi imaginación se fue afianzando la idea de que quería ponerme cachondo, y yo cada vez miraba con menos pudor, pero ella seguía igual.
    
    Mi cabeza estaba a cien dando vueltas a cómo saber si ella me estaba mandando una señal o solo era un descuido. No puedo asegurar que ella fuera consciente pero yo cada vez deseaba más que lo fuera y llegó un momento en que era obvio que se tenía que dar cuenta de que miraba. Estaba tan cachondo que tuve que ir al baño a masturbarme, y cuando volví ella puso una sonrisa que no supe interpretar… o sí. Me dio rabia no saber si aquello era fruto de mi imaginación o realmente ella lo hacía intencionadamente. El caso es que a partir de eso mis fantasías con ella eran frecuentes, sobre todo cuando coincidíamos en algún sitio.
    
    Seguimos teniendo una relación normal (y no volvió a pasar nada similar a lo de aquel día). Quedábamos a comer en casa de su madre todos, coincidíamos las parejas para salir por Madrid, nos traía a su hijo de 2 años para que nos quedáramos mi pareja y yo con él por la tarde y se quedaba un rato a charlar… pero ni una mirada pícara ni un solo gesto que me hiciera indicar que aquel día pasó algo más que mi imaginación y el descubrimiento de ese coño que ...
«1234...»