1. LEYENDO EL DIARIO DE PIRUCHA. (III) En la prisión… y después de…


    Fecha: 07/02/2022, Categorías: Dominación / BDSM Fetichismo Gays Autor: Ruizy, Fuente: SexoSinTabues30

    ... dilatación nunca… Es implacable mi agresor: retira un poco de su carne endurecida y vuelve a la carga. No puedo evitar un quejido de puta caliente y oveja sacrificada…
    
    -¿Te duele, puta?
    
    Por mi orgullo, le respondo: ¡No, mételo hasta el fondo, quiero más, dame más! Un nueva arremetida y esta vez queda solo un par de centímetros de esa tremenda herramienta.
    
    -¡Más, dame más, la quiero toda! Hasta los huevos!
    
    Esta vez mi desafío incita aún más al torturador y en un esfuerzo sobrehumano logra llegar hasta el fondo. Siento que mis nalgas nadan entre un mar de vellos púbicos y se solazan en ellos, mientras la verga, apropiada de su espacio y adaptado mi culo a su volumen, deja de ser una amenaza y se transforma en vehículo de placer inigualable, después del sufrimiento causado…
    
    Lo siento resoplar. Me ha puesto en cuatro y me da enculadas maravillosas que acojo plenamente y ahora mi culo mama, chupa, muerde, apretando y soltando con la fuerza de una mandíbula. He derrotado al enculador que desprende toda su leche entre resoplidos y aullidos… Un último apretón y su verga cede y es expulsada, mientras un río de semen se escurre por mis piernas y me hacen sentir el voluptuoso placer de la hembra triunfadora, castradora, vencedora e invicta.
    
    -¡Ahora! Entren todos… Sentí abrirse la puerta y los golpes del calzado militar contra el piso me pusieron al corriente de lo que me esperaba. Lo que ellos no sabían, era que yo estaba preparaba física y emocionalmente para recibir ese ‘castigo’ que para mí sonaba a premio.
    
    El pretendido desquite del comandante era que la compañía de guardias me encularía una y otra vez hasta que por fin pidiera que cesara la interminable hilera de folladores… Cosa que jamás haría, pues mi orgullo podía más. No puedo relatar las imágenes visuales pues tenía la vista vendada. Pero lo que sentí, fue algo así como una infinita secuencia de vergas que entraban y salían después de descargar su lechosa despedida.
    
    Si alguien hubiera podido estar presente, se habría sorprendido al ver la laguna de semen que quedó bajo mis pies… Mudo testigo de las decenas de coitos que resistí. Me sentía Mesalina, la promiscua reina que derrota a Escila, la famosa cortesana de Roma. ¿Fueron 20, 30? No lo sé, pero tal como Mesalina pudieron ser 70 y aún más, 100 ó 200 y aún no habría quedado satisfecha la hoguera de lujuria que me consume. Cada verga atiza el fuego y me hace arder en intensos orgasmos…
    
    Mientras escribo, me he puesto la tanguita negra con la que he conocido a varios de mis machos. Estoy caliente.No he podido contener los deseos de masturbarme al terminar el relato. Espero que tú, lector, hagas lo mismo. Estoy dispuesto a satisfacer tus deseos y ofrecerme a ti como lo hacen mis personajes. Tal como las prostitutas de la Antigüedad mis relatos son los rastros de las sandalias que van marcando ¡sígueme! ¡búscame! ¡fóllame! —— Hasta acá el relato que va mostrando la transformación de Pirucha en puta, hembra que vive ...