Sé valiente III - Relatos Eróticos

Sé valiente III

... útil y querido. Él podría estar dominando a cualquier otra persona, y sin embargo lo hace conmigo. Se esfuerza por mí en encontrar las mejores humillaciones y castigos, y también los mejores pasatiempos. Ese es un placer muy especial y mucho más fuerte de lo que tú crees. Y a veces (muy pocas, es verdad) me deja experimentar el placer que sienten los demás.

Harry y Malfoy permanecieron un rato callados. Uno rememorando momentos excitantes con Ron. El otro, revisando todo lo que Malfoy le había dicho.

- Supongo que puede tener sentido.

- Sí, lo tiene, aunque también entiendo que suena raro.

- ¿Me gustaría el sexo anal? No soy gay.

- No puedo responderte a esa pregunta. A mí me gusta y soy gay, y hay gays a los que no les gusta. Y también heteros que disfrutan de la penetración más de lo que están dispuestos a admitir. De todas formas, el sexo anal al que me somete Ron no es exactamente físico. Evidentemente, la mecánica corporal está ahí, y nos da placer directo a ambos, pero de lo que más disfruto es de ponerme en sus manos para que disfrute de mí. Es la manifestación física de una relación de poder, de un dominante y un dominado, de alguien que somete y un sometido.

- Qué complicado me parece.

- Lo es. Y más al principio.

- ¿Cómo lidias con las erecciones?

- Yo ya no tengo, ya te lo dije el otro día. Más de un año sin empalmarme. Las diarias se fueron antes, poco a poco. Las mañaneras duraron más. Me hice un escudo frente a ellas porque son realmente puñeteras. Todas las noches me leía unos apuntes de historia de la magia de Binns, y caía tan dormido que me quedaba sin libido. Ahora ya no me hace falta, pero te lo digo porque igual te sirve a ti.

- Gracias. Probaré, supongo.

- ¿Quieres algo más?

- Sí. ¿Cómo sabes que todo esto que sientes y me cuentas no es fruto de un hechizo de control mental o una ilusión creada por Ron?

- Tenía razón antes, cuando dije que no eres una lumbrera. Ron podría haberme hechizado, es cierto, pero solamente al principio, cuando ni siquiera éramos amantes. Y si te estás preguntando por qué, es porque el sexo no puede alterarse mediante magia de ninguna forma, y tampoco el placer que de él se obtiene. Podría haberme forzado a acostarme o someterme mediante algún encantamiento, pero nunca podría haberme hecho disfrutar mediante ilusiones o anulación de la voluntad, ni hacerme llegar a este grado de sumisión. Tengo unos libros al respecto que te pueden ayudar, si quieres.

- ¿Y el hechizo que nos tiene presos de Ron no es una alteración del placer?

- Toda regla tiene su excepción. Esa es una magia muy antigua y no he encontrado ninguna otra parecida ni de lejos.

- ¿Has vaciado entera la sección de sexualidad de la Biblioteca o qué?

- Bastante. Ser sumiso no es solo dejarse azotar. Hay que cuidar la salud mental, Potter, y no me metí en esto a ciegas. Igual que tú estás hablando ahora conmigo porque, en el fondo, te interesa y hay algo en ti que se está despertando que ...