Mojada por su jefe - Relatos Eróticos

Mojada por su jefe

... ropa interior se sentía absolutamente irresistible, y tenía la esperanza de que, de un modo u otro, Daniel pudiera comprobarlo y demostrarle que, para él, también lo era.

Se dirigió al baño con tan ligero atuendo y comenzó a secarse el pelo con el secador.

Apenas 3 minutos después, comenzó a sonar un teléfono en la mesa del salón. Daniel, instintivamente se dirigió hacia él. Era el teléfono móvil de Paola, que lo había debajo allí, junto con su bolso y su propia chaqueta, que colgaba en el respaldo de una silla.

En la pantalla se iluminó el texto “mamá móvil”, por lo que dedujo que se trataba de la madre de Paola. Trató de avisarla desde allí que el teléfono estaba sonando, pero el ruido del secador de pelo impidió que le oyera. Daniel volvió a sentarse, y volvió a imaginar a Paola desnuda, y a él acariciando y lamiendo cada parte de su deseado cuerpo. La polla no dejó de permanecer dura bajo su pantalón.

Apenas un minuto después el teléfono volvió a sonar. Daniel se acercó de nuevo, colocándose la erección bajo el pantalón como pudo, pues llegó a molestarle para caminar. De nuevo se trataba de la misma persona. Volvió a avisar a Paola de la llamada, justo en el momento en el que el ruido del secador cesó.

- ¡Paola, tienes una llamada! – dijo con fuerza Daniel.

- Acércamelo, por favor, estoy secándome el pelo en el baño –respondió ella aprovechando la oportunidad que se le brindaba de mostrarse ante su jefe con aquél conjunto, tan sexy y provocador.

Daniel acercó el teléfono hasta el baño. Paola estaba en él, vestida únicamente con un conjunto de ropa interior negra, un minúsculo tanga, semitransparente, y un sujetador, también con transparencias, en el que se clavaban de forma clara ambos pezones.

- Perdona, ha sonado dos veces –dijo él tendiéndole el teléfono a la vez que recorrió con su mirada todo el cuerpo de Paola.

- Gracias por acercármelo, es mi madre –dijo Paola echando un vistazo a la pantalla y colgando la llamada, a la vez que sintió como una punzada de deseo y placer recorrió todo su cuerpo al sentirse observada y deseada por Daniel.

- No quería molestarte, no quería verte así …. –dijo a duras penas Daniel, pero sin apartar su mirada del cuerpo de ella y terminando por morderse el labio inferior de su boca.

- ¿Estás seguro de que no querías verme así? –respondió Paola a la vez que su mirada descendió hasta el evidente y considerable bulto que la erección estaba provocando en su pantalón.

No hubo más palabras. Daniel se abalanzó con firmeza sobre Paola, la estrechó entre sus brazos a la vez que sus bocas se unieron. Volvió a morder un labio, pero esta vez lo hizo sobre el labio inferior de ella, haciéndole abrir la boca y recibir su lengua, que comenzó a explorar su interior, lamiendo, acariciando y envolviendo la lengua de ella.

Mientras las manos de ambos se aferraron al cuerpo del otro. Paola se agarró con fuerza al culo de Daniel. Era un culo fuerte, redondo y firme. Por encima tenía una ...