Esto no puede salir bien.3 - Relatos Eróticos

Esto no puede salir bien.3

... mujer. Me la llevo hoy. Pasado mañana te la devuelvo.

La miro perplejo. No me ha dicho nada. Por eso estaba tan nerviosa. Ella sigue sin decir nada. Callada. Con la cara mirando al suelo.

-. ¿Co… co… cómo? Pregunté tartamudeando.

-. ¿No te lo ha dicho? Pues tío, que me la llevo para follármela.

No supe ni qué decir.

-. Vamos zorra, la dijo, no hace falta que lleves nada…

Se levantó y la morreó delante de mí. Desabrochó la blusa. Empezó a sobar sus tetas. La vi respirar agitadamente con sus caricias. Nerviosa. Colorada. Acelerada. No sé si quería sexo. Creo que quería humillarme. Hundirme. Demostrarme que ya no era mi mujer, que ahora era su puta. Y yo no podía evitarlo. Mi pene estaba durísimo. Dolorosamente duro.

Sujetó las solapas de la blusa y la abrió bruscamente rasgándola. Luego tiró hacia abajo. Volvió a sobar sus pechos. La sacó uno de la copa y jugó con su pezón. Estaba puntiagudo.

-. Esto fuera, no lo vas a necesitar.

La hizo quitarse el sujetador delante de mí. Supongo que pensaría que era más humillante que ella misma se desnudara y ofreciera sus pechos. Y acertó.

Me hizo una seña. Me acerqué. Ella seguía inmóvil.

-.Mira maricón.

Cogió mi mano y la llevó al sexo de mi mujer. Por encima de las bragas noté la humedad. Estaba calada por dentro. La mire a la cara. Apenas me sostuvo la mirada un par de segundos. Bajo la cabeza y empezó a gemir al compás de mis dedos… Él se reía…

Estaba como un autómata. Ni me enteré que me soltó el cinto, desabrochó los pantalones y me bajo hasta las rodillas todo.

-. Pero mirad que tiene aquí el mariconcito, si está empalmado…

Mi mujer miró más avergonzada que yo a mi polla.

-. No pensaba follármela ahora, pero si me lo pides de rodillas me la echo un polvo delante de ti para que te pajees y te quedes tranquilito…

Cogió mi mano y me hizo meterla entre sus bragas.

-. Tócala el coño…

Mi mujer empezó a gemir casi al instante.

-. Puta pareja de pervertidos… mira cómo se pone esta puta… hazla buena una paja… caliéntamela anda…

Se paseaba a nuestro alrededor mirando, burlándose. Solo abriendo la boca para humillarnos… Mi mujer se apoyaba en mi… de pie medio desnuda… dejando que él la sobara y fuera lentamente quitando toda la ropa… Con la cara enrojecida por una incomprensible vergüenza. No paraba de correrse…

Hasta que sonó su teléfono.

-. Si… ya voy tío. Vale en media hora estoy allí. Vale…

Cuando terminó de hablar nos miró.

-. Oye maricón, ¿me la llevo? ¿Esta puta no te ha dicho nada? Pues eso, que me la llevo al chalé con unos colegas. Para jodérnosla todo el fin de semana. ¿algún problema? Si lo hay me lo dices. Tío, si me la llevo, te la voy a devolver follada hasta por los ojos… Tú sabrás si quieres que venga o no… Luego no quiero líos.

La miré interrogante. Agachó la cabeza de nuevo. Volvió a cerrar los ojos y a gemir. Su cara era el retrato del placer.

-. ¿Tu… quieres… ir…? La pregunté… No respondió. Lo hizo su silencio ...