1. Lidia, una mujer inolvidable


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... cruzara mis manos por ella, quedo mi ano expuesto y a su disposición, me dijo, te voy a lamer el ano te complica, no le respondí hazlo, su lengua primero lamio todo el contorno del ano, la paso por arriba del ojetillo, luego sin decirme nada con su dedo índice me abrió un poco el ano y su lengua se metió en el, por un largo rato estuvo su lengua adentro dando vueltas en círculos, era una sensación única y totalmente nueva para mi en ese entonces, de paso con una de sus manos me acariciaba los testículos y me los apretaba en su justa medida, estaba a esa altura totalmente fuera de mi, entregado a esta mujer que de la nada recorría mis genitales y mis orificios. Fue delicioso sentir su lengua en mi ano que les puedo decir y esa era la primera vez. Esta ves no estaba ansioso ni nada, acababa de eyacular hacia unos minutos así que tenia mucho aguante, sabia que no iba a eyacular pronto y que podría dominarlo si venia, pero era tanto la excitación y la locura del momento, que igual escurría algo de semen por mi pene y ella lo detectaba y me lo limpiaba con sus dedos y su lengua. Sentí una excitación tan grande con lo que me hacia, que cada ves sentía que mi pene era más y más grande, me dolía el glande como si fuera a estallar, pero sin la urgencia de que vas a eyacular en cualquier momento, era una bola de fuego a punto de estallar muy agradable de sentir. Sin yo saber como, comenzó a chuparme el solo el glande, cuando mire para abajo, vi su pelo todo revuelto con una cara de desquiciada y algo de semen en la comisura de sus labios, que me excito aun más, tenia los ojos en blanco y estaba como en otra dimensión, loca y completamente ninfomaníaca casi desquiciada, le tome la cabeza y se la subía y se la bajaba con mi pene en su boca masturbándome con ella, llegue hasta el fondo de su garganta con mi pene y sentí sus dientes en la base de mi pene, cuando sentí que podía estallar en cualquier momento me levante rápidamente. Lidia estaba en otro umbral y no se dio cuenta, se podía decir como dije antes, estaba desquiciada por el placer y el sexo desenfrenado, le toque la vagina y la tenia mojada y caliente por la fricción, diría que casi aceitosa, la senté en el sillón y no lo dude, la abrí de piernas y le hice un oral en toda su intimidad más profunda, todo lo que me hizo ella hasta hace pocos minutos atrás, se lo hice yo. Le lamí la vagina y no me importo que estuviese mojada, me gusto sentir su sabor en mi boca, olerla en lo más profundo, mi lengua subía y bajaba por su vagina de arriba abajo, sin querer queriendo encontré su clítoris, ella gimió como loca cuando lo puse en mi boca y me dijo, chupa. Se lo chupe un buen rato, se contorneaba de placer y sus piernas cruzadas en mi espalda, me tomaba del pelo y me lo tironeaba de lo loca que estaba al sentir tanto placer, tanto fue que aplasto mi cara contra su vagina, en ese punto ya gritaba y respiraba intermitentemente y yo aun más me excitado, luego le bese el ano como nunca lo había hecho antes a una ...
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