1. Lidia, una mujer inolvidable


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... unos buenos centímetros, con poros chiquititos en la aureola que los hacían un deleite. Los senos eran caídos por la edad y colgaban casi hasta medio abdomen, pero la verdad que se le veían muy bien de esa manera, sobre todo cuando estaba excitada con esos pezones que no eran normales. Un día se lo comente y me dijo que siempre los había tenido así y que cuando se masturbaba se los chupaba y muchas veces lograba el orgasmo solo con eso.
    
    Sus caderas eran amplias, grandes y gruesas, como un almohadón muy suave al tacto, tenía un abdomen terso y suave un poco abundante, delicioso para besarlo, no le quitaban forma en lo más mínimo. Su trasero era grande lo que dicen en centro américa, un mega culo, era lo que más me gustaba de ella, suelto, caído, lo que llame en ese entonces un gran flan de vainilla, de esos de raya grande y mucha celulitis. Sus piernas eran de muslos anchos, gruesos y sueltos, de una flacidez encantadora al interior de ellos, de pantorrillas redondas gorditas que daba gusto mordisqueárselas. Sus pies eran una obra de arte, pocas veces los vi tan proporcionados y bonitos, de dedos perfectos muy proporcionados, blancos como la leche, lindos de ver con sus uñas pintadas de rojo, con ellos entendí el porque algunos hombres están locos por los pies femeninos, eran realmente magníficos y tengo que reconocer que aunque no caí en desesperación por ellos, se los bese mucho y les pase la lengua y descubrí sin querer, que ella al pasarlos por mis testículos mientras la penetraba era un placer encantador.
    
    Su vagina era peludita en la justa medida, con pelitos muy negros que contrastaban con su cutis blanco y terso, tenia labios vaginales gruesos con dobleces hacia los lados que podías succionar de a uno de un color rosado suave. Su vagina era apretadita como pocas veces tuve oportunidad de penetrar, adentro de ella era de un color rosado intenso, con un clítoris que sobresalía cuando se excitaba. Su ano para era muy especial y creo que nunca voy a encontrar uno como el de Lidia, ella le daba un trato especial en todo sentido, tenia una seria preocupación por llevarlo siempre muy limpio, era rosadito, con pelitos negros alrededor, siempre olía muy bien y lo digo con profundo conocimiento de causa, su gusto era inocuo y nunca sentí nada desagradable al pasarle la lengua si no todo lo contrario, su sabor era magnifico. Tenia una aureola anal muy especial, en todo el contorno de la entrada, era chiquitito y a decir verdad era increíble ver como se le expandía al recibir mi pene; ella había ideado una técnica que era una locura, cuando uno estaba adentro de su ano, apretaba sus músculos esfínter y literalmente te apretaba el pene dentro del ano, era una sensación fabulosa sentir el apriete y luego llenarla de semen, nunca he sentido nada igual.
    
    Con su metro 65 centímetros, sus 100 kilos, era una mujer de todo mi gusto, no me cansaba de verla desnuda y en todas las poses posibles. Tuve la suerte de disfrutarla y de conocer sus más ...
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