1. La casera enviciada (4/4)


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: yanine10, Fuente: TodoRelatos

    ... detrás de mí.
    
    Intenté seguir adelante y cuando me faltaban unos 100 m para terminar, me atreví a mirar por encima del hombro y gruñí de horror cuando encontré a Ewan, sonriente, caminando sin esfuerzo detrás de mí.
    
    Podía escuchar a Anna animándome, pero fue en vano... Ewan pasó por mi lado y se alejó... Con eso, me rendí y me desplomé en el suelo, antes de llegar al final... El orgullo me hizo ponerme de pie y me tambaleé los últimos metros, totalmente agotada.
    
    - “Eso fue patético”, me dijo Ewan con desprecio.
    
    Su crítica me dolió porque había dado lo mejor de mí.
    
    Sacudiendo la cabeza consternado, caminó hacia un árbol cercano y rompió una pequeña rama... La atizó por el aire y pude escuchar el silbido que hizo... Me hizo estremecerme de miedo.
    
    - “Quítate la ropa”, me ordenó.
    
    - “¡Ewan, por favor!... Ahora no... Aquí, no”, le supliqué.
    
    Busqué apoyo en Anna... Ella se estaba mordiendo una de sus uñas... Parecía preocupada por lo que Ewan me iba a hacer.
    
    Ewan reaccionó enojado.
    
    - “¿Cuándo aprenderás a hacer lo que te dicen?... ¿Eres simplemente estúpida o estás tratando deliberadamente de aumentar tu castigo?... Eso es, ¿no?... Te encanta tanto ser castigada, que anhelas más.
    
    - “En absoluto... Tu castigo me duele mucho y lo odio”, respondí indignada.
    
    - “Bueno, si tú lo dices es porque supongo que eso significa que eres simplemente estúpida... ¡Desnúdate!”, me ordenó.
    
    Me sentí realmente avergonzada de haber dejado que este inquilino mío, de 19 años, me tratara de una manera tan grosera y degradante... No me molestaba eso de Ewan, ya que era mi propia incapacidad para controlar mis emociones lo que le permitía tratarme de esa manera.
    
    - “¿Toda mi ropa?”, pregunté dócilmente.
    
    - “Toda, mi querida casera... Incluso las zapatillas y los calcetines”, respondió con una sonrisa, moviendo la rama látigo en el aire.
    
    Miré a mi alrededor furtivamente, rezando para que no hubiera otros corredores o caminantes madrugadores usando la pista.
    
    Aunque no podía ver ninguna otra señal de vida, era extremadamente reticente a desvestirme al aire libre... Si es lo suficientemente humillante desnudarme dentro de una casa, al aire libre es mucho peor debido al riesgo constante de ser descubierta.
    
    Reuniendo todo el coraje que pude, me quité rápidamente las zapatillas y los calcetines... Luego me puse de pie y me quité la camiseta y el sujetador deportivo... Ahora sólo estaba vestida con mis pantalonetas para correr.
    
    Eché un vistazo rápido a mi alrededor nuevamente para asegurarme de que estábamos solos, antes de bajármelas rápidamente y patearlas... Ahora estaba de pie totalmente desnuda en medio de la reserva de vida silvestre... Era un sentimiento muy extraño estar desnuda, rodeada de naturaleza... Aunque me sentía muy vulnerable, había algo extrañamente estimulante al respecto.
    
    - “Pon las manos detrás del cuello”, me ordenó Ewan y obedecí
    
    - “Párate en una pierna y dobla la otra pierna detrás de ti”, continuó ...
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