Hormonas coyunturales ( Saga Vidas salvajes) - Relatos Eróticos

Hormonas coyunturales ( Saga Vidas salvajes)

... era una una pista de baile improvisada, el balanceo de mis caderas llamó la atención, no tardaron en anunciar por un altavoz que sonaría la canción Yo prrreo sola:

Ante' tú me pichaba' (tú me pichaba')

Ahora yo picheo (mmh, nah)

Antes tú no quería' (no quería')

Ahora yo no quiero (mmh, no)

Ante' tú me pichaba'

Ahora yo picheo (ja, ja)

Antes tú no quería' (ey)

Ahora yo no quiero, no, tranqui

Yo perreo sola (hmm, ey)

Yo perreo sola (perreo sola, ja, ja, mmh-mmh)

Yo perreo sola (ja, ja, mmh, ey)

Yo perreo sola (perreo sola)

Okay, okay, ey, ey, ey

Entonces salió una jovencita haciendo girar su culo como una centrifugadora. Me daba envidia, su culo, el tanga le asomaba por arriba. Se encendieron focos de colores, me vi en un espejo lateral, tmi físico no estaba mal y al recibir la luz directa giratoria se me transparentaba el vestido. Me lo constató Inés diciéndome:

- Bailemos, no tardarás en tener admiradores.

Sonó música de baile tras la perrea, salimos a bailar, empezó a estar concurrido el local. Pronto tuvimos moscones, en principio cuarentones, decían idioteces como " que guapas parecéis jovencitas". Por suerte no tardaron en llegar algunos más jóvenes. Allí vi el gallito de cotarro de este tipo de local, alto, tatuajes, coleta, pendientes, camiseta de los AC/DC, vaqueros que le marcaban paquetazo, pecho fornido, destacaban sus bíceps. No dejaba de mirarme, me hizo una radiografía visual. A su lado otro colega suyo más bajito , rapado hablaban entre ellos, era evidente que de Inés y de mi, con descaro; no tendrían más de 25 años. La verdad es que rebosaban cutrerio, pero es lo que había en esa corte de cerdos. Se acercan a nosotras, sus gestos se traducen en brusquedad y nerviosismo por llegar, ya que soy consciente que yo, Sonia, era el centro de atención bajo el haz de luz del foco. Nos invitaron a beber otro s mojitos, el de la coleta no apartaba la mirada de mi. Me sentía seductora. Se llamaban Rafa y Sebas, Rafa era el alto. La verdad es que me importaban un soberano pito sus horteras diminutivos. Ambos tenían 26 años. Hablaban en plan " mola mazo el tema aquí" " voy a tunear mi buga", solo aportando idioteces a la conversación.Hasta que el alto propuso salir a fumarnos un peta. Yo dije que antes tenía que ir al baño, Inés vino conmigo. Solo había un inodoro, Inés meó primero, observé que llevaba vello púbico.

- ¿No te depilas el coño?

- La parte baja - dijo abriéndose los labios vaginales - disimula algo el coño caído y a muchos les gusta.

A pesar de lo bajita que era se le veía el culo duro, sin celulitis, también usaba tanga.

- Está claro que vas a follar con el de la coleta, el Rafa - mientras se limpiaba las gafas con papel higiénico.

- Es lo que hay, dos tipos imbéciles, pero con polla ni hay más donde elegir -contesté- ¿ sabes dónde podemos follar?

- En principio no descarto mi Ranger Rover, pero muchas veces lo ponen perdido. ¿ Llevas condones? - al mismo tiempo que ...