1. Mi primito 3 - Sucio e impotente


    Fecha: 19/06/2019, Categorías: Gays Autor: TeenBoy, Fuente: TodoRelatos

    ... —soltó mi primo Erik como idiota ante el asombro de Dylan.
    
    —Claro...vamos a estudiar, venga... —sujeté a Dylan del brazo y nos alejamos sin mirar a mi primo, pero notaba que no nos quitaba la vista de encima, sabía que había algo raro en todo esto, no era idiota.
    
    Lo que ninguno sabíamos es que acababa de empezar un juego peligroso, uno en el que todos estaríamos envueltos y acabaríamos sufriendo las consecuencias de nuestros actos de adolescentes con las hormonas revueltas.
    
    Estaba en la biblioteca, sentado al lado de Dylan, los dos en silencio hacíamos los deberes, ya que habíamos venido hasta aquí..., ¡qué menos que aprovechar el tiempo!.
    
    No había mucha gente a esa hora de la tarde, en nuestra mesa, solo estábamos nosotros dos, la bibliotecaria estaba en su puesto y tres chicas más mayores que nosotros al otro lado de la sala en sus cosas concentradas.
    
    —¡Qué fuerte! —susurró Dylan sin dejar de mirar su libro.
    
    —¿Qué? —pregunté confuso soltando mi libro en la mesa, necesitaba un descanso.
    
    —Joder, el chico que besabas era tu primo, ¡Tu primo! —mientras lo decía, Dylan negaba con la cabeza, aún no se lo creía.
    
    —¡Ey! ¡Baja la voz! Y no es lo que parece... —miré a los que estaban con nosotros en la biblioteca para cerciorarme que no nos prestaban atención o escuchaban, no me apetecía que se supiese.
    
    —Es que es muy fuerte, tío, que sois primos...
    
    —Dylan, en primer lugar no sabes lo que pasó, y en segundo, ¿Puedes olvidarlo? Yo intento hacerlo.
    
    Dylan quedó en silencio, poco convencido, no tardó ni treinta segundos cuando volvió con el tema.
    
    —A ver, no es por meterme, pero me gustaría saber, ¿Qué hacías en mi jardín besando a tu primo? ¿Sois gay?
    
    —¡¿Qué?! ¡Claro qué no joder!, Es que mi primo es un cabrón, lo hizo para jugar, le gusta molestarme, y discutimos porque no quería que estuviese en la fiesta, me besó y yo no lo esperaba, lo hizo para joder, nada más... —mentí.
    
    —Entonces..., ¿aún amas a mi hermana? —preguntó Dylan mirándome ahora a los ojos, se colocaba las gafas cada dos por tres.
    
    —Claro que sí, es mi novia... —dije apartando la vista a un lado—. Mira, es tu hermana con una amiga...
    
    —¿¡Que!? —preguntó Dylan confuso.
    
    Señalé a la puerta y Dylan comprobó que entraba con otra chica, ya la conocía, era amiga de mi novia.
    
    —¡¡Ostras!! ¡¡Rápido!! —Dylan recogió sus libros y yo hice lo mismo confundido, caminamos hacia el baño de chicos y entramos dentro a escondernos..., espera, ¿escondernos? ¿por qué nos escondíamos? No hacíamos nada malo..., ¿O sí?
    
    Los dos permanecimos en silencio sin saber qué hacer.
    
    —¿Por qué nos escondemos Dylan? —pregunté.
    
    —Si mi hermana me ve contigo, se enojara, no le gusta que me acerque a sus cosas..., y prefiero que no vea que estoy contigo.
    
    —Ah genial, cojonudo... —dije resignado.
    
    Escuchamos pasos y con velocidad nos metimos en el cubículo más lejano, cerramos con cerrojo la puerta y quedamos en silencio.
    
    La puerta se abrió y escuchamos las voces de lo ...
«1...345...»