1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (10)


    Fecha: 19/06/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... risas con una máquina donde pescaban con pequeñas cañas objetos de plástico que parecían pequeñas pirañas.
    
    Volvieron la cabeza hacia nosotros y un muchacho, moreno más alto que yo y muy delgado se levantó de inmediato y avanzó hacia nosotros, abrazó a Pablo y riendo los dos se daban amigables palmadas en la espalda.
    
    Los tres chicos vestían unas pequeñas túnicas que les dejaban un hombro descubierto, atadas en la cintura por un cínculo dorado, eran muy cortas y al moverse dejaban al aire el inicio de sus nalgas. En las cabezas les recogía el pelo una cinta dorada del mismo material que el de la cintura. Parecían jóvenes efebos salidos de un friso griego. Me parecieron increíblemente bellos.
    
    -Mira Ángel, estos son Yasín, Óliver y Gustavo. -sabía quien era Yasín por las fotos de Oriol, a los otros dos no los había visto, Óliver era un poco más alto que Gustavo, los dos de piel blanca, la de Óliver parecía mármol aterciopelado.
    
    -Él es Ángel. -el primero que me abrazó fue Yasín y le siguieron los otros dos, los tres me miraban curiosos, y su despreocupación, y el recibimiento amigable que me daban, hacía me que olvidara de mi problema.
    
    -¿Solo estáis vosotros tres? -Pablo le preguntaba a Yasin mientras Óliver se dirigía a una de las paredes de armarios y los abría.
    
    -Hoy tienen pocos invitados, además el plato fuerte será Ángel, no tendremos mucho trabajo que hacer. -llegó Óliver y traía en las manos dos túnicas como las de ellos, le entregaron una a Pablo.
    
    -Ayudad a Ángel a cambiarse y preparar la bebida, no tenemos mucho tiempo. -los dos chicos comenzaron a quitarme la ropa, Pablo se desnudaba a la vez, me sentía avergonzado y me llevé las manos a los genitales para ocultarlos a sus miradas cuando quedé desnudo. Yasín me miraba atentamente.
    
    -Eres muy guapo Ángel, no ocultes lo que tienes. -aunque todos me lo decían no terminaba de acostumbrarme, ni me lo creía, y me puse intensamente rojo despertando las risas de los oros chicos. Me recogieron la verga y los huevos con una especie de tanga resistente y me colocaron la túnica de seda, tenía mucha habilidad para recogerme el pelo y ceñirme la especie de diadema.
    
    Pablo ya se había cambiado y estaba increíblemente guapo, resaltaba por su viril cuerpo musculado, al lado de los nuestros más frágiles y delicados, enseñando el ligero vello que le poblaba el pecho y las recias piernas, realmente parecía el macho entre sus hembras. Yasin resultaba algo más duro y correoso con el cuerpo delgado y fibroso.
    
    Nos ofrecieron una copa de la misma bebida que tenían ellos sobre la redonda mesa, me supo a metal e hice un gesto de desagrado.
    
    -Bébelo todo, esto te calentará. -no sabía a lo que se refería, había notado que tenían encendida la calefacción de la casa, en la calle ya comenzaba a imperar el frío del otoño, y al estar prácticamente desnudos en aquel tenue calor se estaba más a gusto.
    
    Llevaba algunos minutos sintiéndome el ano flojo, como si se me fuera abrir por si solo, el ...
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