1. Mi suegro y mi cuñado me follan sin cuidado


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    ... quería que vinieras, para hablar del niño, ya sabes.
    
    - Eso lo podríamos haber hecho por teléfono.
    
    - Pero no es lo mismo. ¿No te apetecía verme?
    
    - Pues no...
    
    - Dímelo mirándome a los ojos.
    
    - Estoy muy cansada, de verdad.
    
    - Entonces vamos a la cama.
    
    - ¿Cómo dices?
    
    - No te hagas la estrecha, sé que lo deseas.
    
    Era indudable que lo deseaba, que lo necesitaba, que su descaro me ponía cada vez más cachonda. Pero no quería engañar a mi marido y menos con su hermano y con su padre de cuerpo presente. El calor se apoderaba de mi cuerpo, comencé a sentir la humedad entre mis piernas, y no era precisamente por la temperatura. Aquel era mi último tren, no podía dejar que se me escapara.
    
    - Vente esta noche a mi casa, cuando se haya ido tu hermano. - Susurré.
    
    - No lo voy a hacer en la cama de Enrique.
    
    - Pues aquí tampoco puede ser.
    
    - ¿Por qué hablas tan bajito?
    
    - Porque está ahí tu padre.
    
    - Eva, no has entendido nada.
    
    - ¿Qué quieres decir?
    
    - Que te vas a acostar con los dos.
    
    Eso sí que no lo había visto venir. Nunca hubiera imaginado que estuvieran planeando hacer un trío conmigo. De Cristóbal me lo podía esperar, pero no de Mauricio. Pese a su edad, era un señor fuerte y viril, con un mostacho enorme, no se parecía en nada a sus dos hijos. La nueva Eva también sentía curiosidad por ese hombre, aunque aceptar ese trío era como reconocer mi propia locura.
    
    - Mauricio, ¿le harías eso a tu hijo?
    
    - Deja de pensar en él y céntrate en ti, muchacha.
    
    - No puedo dejar de pensar en él, es mi marido.
    
    - Pero no te da lo que necesitas, ¿verdad?
    
    - Bueno, siempre está cansado, por el trabajo.
    
    - Pues para eso están los padres, para arreglar los desastres de sus hijos.
    
    - Y los hermanos. - Añadió Cristóbal.
    
    Durante un segundo dejé de pensar con la cabeza y lo hice con mi entrepierna. Tiempo suficiente para subirme la falda en señal de rendición. Los tres fuimos a la habitación de matrimonio donde comenzaron a meterme mano por todas partes al instante, mientras se iban quitando la ropa.
    
    Estirada sobre la cama, Mauricio me lamía mi buen par de tetas y Cristóbal me comía el coño. Recuperaba sensaciones perdidas a toda velocidad. Estiré un brazo en busca del mástil del hombre maduro y lo comencé a pajear. Se puso duro enseguida y su hijo se colocó a mi otro lado para recibir el mismo trato con mi otra mano. Los masturbé durante un rato mientras no dejaban de toquetearme.
    
    Sus erecciones y mi vagina encharcada eran señales de que los tres estábamos preparados para más. Tenía curiosidad por saber cómo se lo iban a montar para darme placer y quedar ellos también satisfechos. Fue Mauricio el que dio el paso y me pidió que me pusiera a cuatro patas.
    
    Colocada como una perra en celo sobre la cama, fue el propio Mauricio el que se colocó en mi retaguardia, dejando mi boca a entera disposición de su hijo. Me preguntó si tenía alguna petición y solo fui capaz de decirle que me diera duro. Así lo hizo. Con una ...