1. Mi suegro y mi cuñado me follan sin cuidado


    Fecha: 17/06/2019, Categorías: Incesto Autor: VictoriaSG, Fuente: TodoRelatos

    Todo a mi alrededor estaba perdiendo la magia que un día tuvo. El mío siempre había sido un matrimonio idílico hasta que mi marido se quedó sin trabajo y tuvo que aceptar un empleo como chófer nocturno. Solo lo veía por las mañanas, cuando él volvía de trabajar y yo me tenía que ir. Cuando yo llegaba a casa por las tardes, él estaba echando una siesta previa a cenar y volver a irse. Los fines de semana los pasaba durmiendo o haciendo todos los turnos extra que le salían.
    
    Nuestra vida sexual, otrora más que animada, se había esfumado de la noche al día. De la última vez que lo habíamos hecho, solo recordaba que fue algo mecánico, sin ningún tipo de pasión ni sentimiento. Entendía la situación de mi marido, su cansancio, sus pocas ganas de todo, pero necesitaba mucho más de él, necesitaba volver a sentirme deseada.
    
    Un día le propuse que dejara el trabajo y tirar adelante con mi sueldo hasta que le saliera algo de lo suyo, la informática. Aquello le hirió en su orgullo y estuvo días sin hablarme, aunque apenas noté la diferencia respecto a los días en los que sí lo hacía. No sabía qué hacer para revertir una situación que nos llevaba directos al divorcio.
    
    En mi trabajo, las cosas tampoco iban demasiado bien. Yo era profesora, por vocación, siempre había tenido claro que quería serlo. Pero a principios de junio, quedando un par de semanas para el final de curso, mi nivel de estrés estaba por las nubes. Las temperaturas iban en aumento, era insoportable estar en el aula y los niños necesitaba urgentemente unas vacaciones, aunque no tanto como yo.
    
    Unamañana de esas en las que te despiertas con las sábanas pegadas por el sudor, me propuse a mí misma ser más optimista, pero parecía que todo el mundo se había confabulado para impedírmelo. Me di una ducha rápida, desayuné una tostada con mantequilla y un café bien cargado. Justo cuando salía por la puerta de casa a toda prisa, llegaba mi marido.
    
    - Buenos días, Eva, ¿tienes un minuto?
    
    - Si es solo uno, sí.
    
    - Es que no quiero que se me olvide. Anoche me llamó mi hermano.
    
    - Miedo me da.
    
    - Su ex va a estar unas semanas fuera y le ha dejado al crío.
    
    - ¿Ya se fía de él?
    
    - Pues no mucho, pero no le queda más remedio.
    
    - Bueno, es el padre, que apechugue.
    
    - La cuestión es que el niño va muy retrasado y quiere que le des unas clases.
    
    - No me jodas, Enrique, lo que me faltaba.
    
    - Ya lo sé, le dije que estás liada. Solo quiere un par de tardes, para que lo evalúes.
    
    - Una tarde le doy. Dile que irémañana.
    
    La familia de mi marido era un caso aparte. Lo único que me gustaba de ellos era que casi no los tenía que tratar, pero en esa ocasión no me iba a quedar más remedio. Cristóbal, mi cuñado, siempre fue un bala perdida. Se casó joven porque había dejado embarazada a una chica del barrio, pero no le fue fiel ni dos semanas. Era un hombre bastante atractivo, eso era indudable, y nunca le faltaba donde pernoctar.
    
    Cuando la mujer se hartó, lo echó de casa y tuvo que ...
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