1. Para vengarme convertí a mi esposa en puta


    Fecha: 16/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... tapa luz hasta ubicarlo sobre los ojos a modo de venda... El quedar ciega aumentó la excitación de Tarella, pues sus pezones volvieron a crecer hasta su máxima expresión… Me asomé por una de las ventanas frontales y les dije a los que estaban abajo que llevaran todo a la parte de atrás… que bajaba al tiro… La miré de nuevo, su cuerpo desnudo me llenaba los sentidos… estaba tan rica que volvió a ponerme caliente… Me acerqué a su oreja y le dije… ven, párate… yo te llevo… camina… no tengas miedo… otro paso, cariño… eso… Así, lentamente, llegó hasta el borde de la escalera… Los ojos de los tres comensales casi se salieron de sus órbitas… a Tare le dije, da una vuelta, reina... Así… eres una putita muy obediente a lo que ella contestó, si… soy tu putita caliente… mirándola la tomé del brazo y la hice bajar escalón por escalón… durante el trayecto hablamos…
    
    Yo: mira putita, cuando llegues abajo te voy a entregar a tres hombres…
    
    Tare: … pero…
    
    Yo: shhhh… calladita se ve más bonita esta putita… harás lo que digo o nunca más sentirás lo que sentiste allá arriba…
    
    Tare: eres un hijo de puta, maldito…
    
    A pesar que de sus ojos salían llamaradas y lanzas venenosas…su voluntad ya, era mía...
    
    Yo: bueno… estamos o no de acuerdo, putita.
    
    Tare: ok…
    
    Yo: genial…
    
    En el último escalón se paró en seco… su cuerpo de pronto se tensó… pasé por su lado y situándome delante de ella. Acaricié una de sus tetas con dulzura, mientras a la otra la besaba… Subí hasta su oído y en un susurro le dije… tranquilita mi putita… nadie hará nada que no quieras… y luego, en voz alta para todos, añadí… no tengas miedo, preciosa… nada malo te pasará… yo estaré aquí todo el tiempo para cuidarte… Fue relajándose hasta que ella misma dio el último paso…
    
    Al llegar abajo la puse entre ellos. Tenían al medio una silla en la cual sentaron a Tarella… Sus tetas estaban apuntando erguidas. Su piel de gallina sentía cada una de las manos que la manoseaban por todos lados concienzudamente… Había seis manos y tres lenguas recorriendo cada centímetro de piel de mi mujercita y ella estaba disfrutándolo a reventar…
    
    De pronto, el viejo tomó la vagina de mi esposa entre sus labios y la trabajó a conciencia durante unos minutos mientras la señora gemía de placer como una loca... Cuando justo estaba en medio su orgasmo le dije con un gesto al Trucho que le siguiera chupando las tetas y el muy obediente se lanzó nuevamente sobre ellas...
    
    Tarella no hizo el menor gesto de extrañeza al sentir tres bocas recorriendo su cuerpo... El viejo por su parte no perdía el tiempo y sin pedir indicaciones o permiso, mientras lamía a conciencia el coño, con su dedo índice hurgaba los alrededores del ano... Comenzó despacio y tras tener todo el dedo dentro, lo sacó y comenzó la misma operación, pero ahora con dos dedos...
    
    Subí la escalera y desde arriba se veía como el viejo estaba entre sus piernas y a Tarella con la cabeza echada hacia atrás con el trucho chupándole su teta izquierda y el ...
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