1. Para vengarme convertí a mi esposa en puta


    Fecha: 16/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo David y tengo 50 años... Estuve casado por 19 años con una bella y caliente mujer de nombre Tarella... Mi ahora ex mujer es 8 años menor y se gasta un cuerpo menudo, pero muy bien proporcionado, que si bien mide 1.50 m, posee un bello rostro, una piel blanca y suave, sus senos son de formas perfectas y de medianas dimensiones, coronados por dos rosados, formados y sensibles pezones, todo rematado por un culito que es más bien pequeño, pero perfectamente formado y delicadamente coronado por dos singulares margaritas...
    
    Tarella gusta del verano, pues le encanta vestir con chalas de terraplén con los cuales muestra sus hermosos pies, minifaldas que al sentarse le resulta inevitable no mostrar los calzones y poleras con escotes generosos, pues le encanta "calentar el agüita", mostrando sus atributos como que no quiere la cosa...
    
    A pesar de haber disfrutado de un buen matrimonio durante los primeros 12 años la relación fue enfriándose irreversiblemente. Todo cambió en mi mente y mi corazón cuando descubrí que mantenía una relación paralela por casi dos años con un tipo del trabajo. Corrían los últimos días del año 2009. Esa noticia me devastó, empero la perdoné, creyendo que todo pasaría al olvido con el paso del tiempo.
    
    En ese entonces la amaba y la verdad me hice el desentendido con tal de tenerla todas las noches en mi cama, pues les contaré que es una diosa del sexo, de tal modo que si la excitas lo suficiente se convierte en una verdadera puta. Así pasaron los años y a pesar de sentir que me seguía mintiendo, era difícil aún para mi notar la diferencia entre las medias verdades y medias mentiras que siempre mezclaba para contarme sobre todo lo que había hecho durante su "largo" día.
    
    La mañana del primer lunes de enero (2017), esperábamos a nuestro abogado en la oficina que está ubicada a la mitad de un sitio de unos 70 metros de profundidad, en un segundo piso y la única forma de llegar a ella es por un pasillo estrecho franqueado por autos en desarme y repuestos usados. Al final del sendero se ve una construcción de dos pisos con oficinas en ambos. Rodeando la estructura por la izquierda aparece una escalera al aire libre con los peldaños sin fondo, lo que permite ver el cielo desde debajo de los escalones. Esos 18 escalones terminan en una plataforma. Al dar vuelta hacia la derecha aparece la puerta de entrada.
    
    Al abrirse la puerta se puede ver una muralla a casi un metro por lo que para ver el interior del lugar se debe dar un paso hacia ingresar y voltear la mirada hacia la derecha... Entonces se pueden ver dos sillones de cuero de tres cuerpos cada uno mirándose uno al otro y tras el de la izquierda dos ventanas de 70x90 alineadas a un metro y veinte cm del suelo. En medio de los blancos sillones había una mesa de vidrio muy resistente como pude notarlo después... Dos metros más hacia el fondo, se ve un escritorio sin tapa piernas con una pantalla grande, muchos lápices y cuadernillos y un considerable alto de ...
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