1. Para vengarme convertí a mi esposa en puta


    Fecha: 16/06/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... carpetas plásticas de colores... Luego una elegante y cómoda silla de cuero enmarcada en un ventanal de doble ventana de 1 y medio metros de alto por 2 y medio de ancho. Desde ahí podía verse la parte trasera de la desarmaduría...
    
    Minutos antes de las 11, hora de la reunión con el abogado Patricio Parrón, Tarella había estado algo inquieta, yendo y viniendo desde su butaca hasta uno de los sofás cada 5 minutos. Estaba en el sofá, con la mirada perdida y las piernas ligeramente abiertas cuando, levantándose dijo que bajaría al patio a esperarlo... Me pareció extraño, pues rara vez lo hacía, pero le dije, picado por la curiosidad, que yo la esperaba en la oficina. Ella dio la vuelta y se fue...
    
    Luego de escuchar que había terminado de bajar la escalera, la seguí... Al llegar a la esquina para dar con el patio, pude notar que mi ex saludó con la mano al abogado que venía entrando. Estaba a unos 20 metros... Fue cuando Tarella, comenzó a caminar hacia él muy lentamente, contorneando sus caderas a cada paso de forma exagerada... Al quinto paso dio vuelta hacia su izquierda con dirección a un chasis desmantelado, quedando de espaldas al abogado. Al llegar al carro se detuvo frente a lo que alguna vez fue una puerta y sin más se agachó, con las piernas sin flectar, mostrando -sin filtro- los pequeños y transparentes calzones que llevaba. Sentí mucha ira por lo maraca y regalada que había sido, pero al mismo tiempo, y por las mismas razones, mi polla punzaba, rasgo inequívoco que me había excitado con la escena...
    
    Pero no solo el tinterillo había quedado con la boca abierta, pues sin que ella lo quisiera también fue espectador del show de mí, en ese momento esposita, el "Trucho", un peruano musculoso. Medía un poco menos de 1.70 m y rondaba los 35 años. Era medio lento de entendimiento, pero muy leal y buen trabajador. El Trucho estaba tapado por unas pilas de cremalleras por lo que Tare nunca lo vio, ya que solo se levantó cuando mi ex ya estaba de espaldas y el abogado solo tenía ojos para la hembra que se contoneaba frente a él...
    
    Para terminar con el Trucho, puedo agregar que era uno de los dos que vendía repuestos usados de la desarmaduría. Tarella lo detestaba porque rara vez se bañaba dado que apestaba a sudor y era mal carado y de malos modales. Además, siempre que podía estaba cerca de las escaleras cuando Tare bajaba o subía...
    
    En fin... Sigo... Parrón, tras la impresión, se recompuso casi de inmediato, ayudado por mis llamadas a voz en cuello que provenían desde la vuelta de la esquina, por lo que supuestamente no había visto nada, pues recién venía llegando... No lo podía creer, pero en el fondo lo sabía... Mi mujer era una zorra de primera... Y lo que de verdad me irritaba hasta la saturación estribaba en lo puta que era con todos, menos conmigo... Por primera vez sentí odio hacia ella... Quise matarla con mis manos, pero es la madre de mis hijos... Quise que pareciera accidente, pero... Es la madre de mis hijos... Quise ...
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