1. Las refugiadas 3 - Ama y puta


    Fecha: 19/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    Esta historia está en la tercera parte de una saga. Si no la has leído y quieres leerla los capítulos publicados están en :
    
    Las Refugiadas 1:https://www.todorelatos.com/relato/195640/
    
    Con un resumen en:https://www.todorelatos.com/relato/203840/
    
    Las refugiadas 2:https://www.todorelatos.com/relato/203244/
    
    Con un resumen en:https://www.todorelatos.com/relato/204059/
    
    Naturalmente en el resumen te vas a perder todas las escenas de sexo.
    
    Y en cuanto a los capítulos de esta parte:
    
    Susana:https://www.todorelatos.com/relato/204105/
    
    Pilar y Susana:https://www.todorelatos.com/relato/204178/
    
    Susana y Pilar:https://www.todorelatos.com/relato/204712/
    
    Contrataciones:https://www.todorelatos.com/relato/204860/
    
    Carmen la lesbiana:https://www.todorelatos.com/relato/204992/
    
    Sara la sumisa:https://www.todorelatos.com/relato/205057/
    
    Y ahora os dejo con la historia:
    
    Martes y miércoles cenaba y dormía con ella. Cara a nuestros padres, hacíamos trabajos y estudiábamos, que también, pero follábamos bastante. Los jueves mi hermana salía con las compañeras de academia, decía que había menos gente y era más barato, así que Sara cenaba en mi casa y estudiábamos en mi habitación. Ella dormía en la cama de mi hermana mayor… no eran extrañas las visitas de mi madre para comprobar que trabajábamos y dormíamos en camas separadas. Esos días yo la dejaba uno de mis pijamas… así justificábamos que a su casa no me llevase uno.
    
    De la salida del instituto del viernes a la del lunes lo pasaba en su casa, o en el instituto. Salvo que muchos sábados por la tarde cogíamos el bus para ir a la capital de compras. Las más veces solo mirar ropa. Y probárnosla. Me encantaba estar vestida en el probador con ella y que se desnudase, incluso por completo, aunque solo fuese para probarse un sujetador. Y no solo ropa. Encontramos algunos quioscos donde vendían revistas eróticas. Incluso en uno encontramos una auténtica joya: la revista Sadomanía. La leíamos y tratábamos de poner en práctica muchas de las historias, además de masturbarnos haciéndolo. Sus tetas y su culo iban permanentemente morados y algún día veía como hacia gestos de dolor en el instituto al sentarse o levantarse.
    
    Siguiendo esas historias que leímos la hice salir sin bragas. Y esa Semana Santa le compré un vestido corto. Sí tenía que ir con mis padres y hermanos a los distintos oficios religiosos y procesiones, pero me quedó tiempo para acercarme a la capital sola e hice varias compras en un chino, uno de los que empezaban a ser enormes y muy económicos. Me gasté toda la paga que como un extra me daban en Pascua mis padres, como si fuese un décimo tercer mes. A mí casi se me veía el coño si levantaba las manos y ella era unos centímetros más alta. Además, tenía unas enormes aperturas para los brazos, bajo, en la parte de los sobacos, por los que si levantaba el brazo se le veían los pechos. El domingo nos reunimos un rato y se lo regalé. Lo usó un par de días para estar por casa, pero ...
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