1. Mi irreconocible esposa


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Confesiones Autor: Eric, Fuente: TodoRelatos

    ... dijo que tenía que cerrar, por lo que nos tuvimos que ir.
    
    La gente estaba bastante pasada de copas y alguno más aparte de Carlos de lo que no eran copas, pero quitando un pequeño grupo donde también estaba Carlos, todos se iban para casa.
    
    Mi mujer estaba empeñada en unirse a ese grupo para tomar la última, pero era muy tarde y yo le insistía en que cuando llegasen a la zona de bares ya estarían cerrados por la hora que era.
    
    Además no veía la hora en llegar a casa y follarmela. Sobre todo después de la poción mágica que Carlos involuntariamente me había facilitado sin saberlo.
    
    Al fin conseguí meterla en un taxi a regañadientes y nos fuimos a casa.
    
    Nada más entrar la cogí desde atrás y apartando su pelo rubio me lancé a su cuello. Ella gimió y me dijo que parecía que no quería perder el tiempo.
    
    Mi respuesta fue darle la vuelta y darle un lujurioso beso mientras le quitaba la chaqueta y ella se sacaba los zapatos con los pies.
    
    Mientras nos besábamos pasamos al salón. Yo le desabrochaba la camisa hasta que ella pareció perder la paciencia, mi quitó la camiseta, me empujó haciéndome caer al sofá y ella misma acabó de desnudarse en dos segundos y sentándose encima de mi comenzó a desabrocharme el cinturón y quitarme el resto de ropa que me quedaba. Para hacerlo tuvo que levantarse y una vez que me quitó pantalones y bóxer, se arrodilló y comenzó a chuparmela como hacia años que no lo veía.
    
    Estaba completamente desatada. Estaba claro que había llegado a casa más caliente aún que yo...
    
    Entonces sonó el móvil. Era un mensaje de Carlos al grupo de cumpleaños donde se quejaba de que los bares estaban cerrando y no podían tomarse la última copa de la noche.
    
    Fue entonces cuando mi cabeza comenzó a maquinar.
    
    Mi mujer se tomó un respiro, levantó la vista y me preguntó que hacía.
    
    Entonces le dije:
    
    - acaba de mandar un mensaje el tío ese... ¿como se llamaba? El que nunca me sale el nombre, ¡el trípode!
    
    - ¿Como? ¿Quien es ese?
    
    Me decía mientras se sentaba encima de mi metiéndose mi polla y comenzando a mover sus caderas
    
    - Si hombre, con el que estuviste hablando media noche. El trípode.
    
    - ¿Carlos?
    
    Preguntaba mientras comenzaba a acomodarse dentro de ella mi polla.
    
    - Si ese.
    
    Le contesto mientras me lanzo a chupar sus tetas y morder sus pezones para hacer que comenzase a jadear y aumentar levemente el ritmo.
    
    Ella abrazada a mi cabeza y con un jadeo cada vez más notorio, me susurraba al oido:
    
    - ¿Y por qué lo llamas así?
    
    - Al parecer lo llaman así por la herramienta que se gasta y se ha debido de quedar sólo porque pregunta si no hay nadie para tomar la última.
    
    Mi mujer echaba la cabeza hacia atrás y cerraba los ojos mientras comenzaba su cabalgada sobre mi y mientras yo comenzaba a jugar con mis dedos alrededor de su culo.
    
    - Ya me contarás que hablaste con él toda la noche, aunque a mi me da que queria algo más que hablar el cabron.
    
    Y en ese momento dos dedo se introducía en su boca ...
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