1. El vecino


    Fecha: 19/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... Luego se despidieron, Silvia acudía a una cena con amigas y Luismi, su marido la acercaría en coche:
    
    -Es que con estos tacones no puedo andar durante tanto trayecto. -Aclaró Silvia a Ana.
    
    Luismi, justo detrás de su mujer que ya se dirigía hacia la calle, guiñó un ojo a su joven vecina. Ésta, con media sonrisa lasciva, asintió levemente antes de morderse el labio en una declaración de intenciones.
    
    Diez minutos después Luismi estaba frente a la puerta del bajo B. Dudaba si llamar o seguir su camino hacia su casa. Inspiró fuerte y tocó el timbre. La puerta se abrió de inmediato. Él entró sin pensar. Tras ella se encontraba Ana, recién duchada, con su melena aún mojada. Cubría su menudo cuerpo con una toalla que tapaba lo justo de sus pequeñas tetas y su precioso culo. Se besaron apasionadamente. El hombre introducía sus manos por debajo de la toalla hasta acariciar sus suaves glúteos. La chica buscaba el cinturón de su pantalón para quitárselo. Él se liberó de su camiseta dejando a la vista un cuerpo normal. No estaba musculado ni era un adonis griego. Se mantenía en forma solamente. Ella se arrodilló y tiró de su pantalón vaquero arrastrando también el bóxer negro. Ante ella quedó una bonita polla de tamaño estándar y grosor considerable.
    
    Ana miraba lasciva a su vecino maduro mientras acariciaba aquel miembro erecto que la apuntaba directamente a la cara. Luismi, mirándola desde arriba introdujo el dedo pulgar de su mano derecha en la boca de Ana. Ella lo chupó con ganas.
    
    Tiró de la piel hacia atrás liberando un glande gordo en forma de bola, de color rojo intenso. La piel tirante y tersa había comenzado a lubricarse con el líquido preseminal. La joven doctora lamió la polla de su vecino antes de introducírsela poco a poco en su boca de dentadura perfecta.
    
    Luismi suspiró al sentir como su polla se derretía en la ardiente boca de la hija de sus vecinos. Ella se la sacó y escupió en el capullo antes de metérsela muy despacio hasta su campanilla:
    
    -Guarra. -La definió él.
    
    Esa fue la señal para que Ana comenzara a mover su cabeza delante y atrás a lo largo de la polla. Se sentía la boca ocupada. Notaba como el capullo intentaba encajarse en su garganta y ella la acomodaba como una experta comepollas. De su coño manaba gran cantidad de flujo vaginal. El movimiento había hecho que la toalla cayese dejándola completamente desnuda de rodillas ante su vecino, 20 años mayor.
    
    El hombre comenzó a tensarse y su polla comenzó a palpitar dentro de la boca de Ana, señal inequívoca de lo que se avecinaba. El primer chorro se produjo en el interior de la boca. Muy adentro. La mujer sintió como el semen resbalaba por su esófago hacia su estómago. Ella tragó sin problemas. El segundo, Luismi lo dirigió hacia el esbelto cuello de su vecina. Esta parte de la corrida descendía desde la parte baja de su mentón hacia sus tetas. Y el último lo dirigió hacia uno de sus pezones marrón oscuro, gordo, erecto. Quedó totalmente cubierto por aquel líquido ...