1. Lo difícil de la adolescencia – 1ra parte


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Liluska Hetcher, Fuente: TodoRelatos

    ... Verás; un día estando sola en casa, me encontraba masturbándome en la cama con el vibrador, tenía los ojos cerrados y cuando estaba llegando al clímax, los entreabrí con un profundo gemido, y me pareció ver una sombra en la puerta de la habitación; pero, como estaba en pleno orgasmo, no me interesó.
    
    Liluska:¡No tuviste miedo! Podría tratarse de un intruso.
    
    Pamela:No, para nada. Presentí que era mi hijo.
    
    Liluska:¡Uy! ¿Te estaba espiando?
    
    Pamela: No sólo me estaba espiando; además, se estaba masturbando.
    
    Liluska:¡Uy! Me imagino que te avergonzó.
    
    Pamela:Sí. Una vez que volví en sí, abrí bien los ojos y ya no estaba ahí.
    
    Liluska:¿Cómo estás segura de que era él? Los hijos no suelen aceptar ese tipo de cosas de los padres.
    
    Pamela: ¿Tú tienes hijos?
    
    Liluska:No
    
    Pamela: Verás, a los días, entré a su habitación sin golpear a la puerta, y lo sorprendí en plena acción.
    
    Liluska:¿Masturbándose?
    
    Pamela:Sí. Le pedí perdón; pero, me quedé paralizada, observándolo.
    
    Liluska: ¿Y no te echó de la habitación?
    
    Pamela:Sí; pero, sentía la necesidad de aclararle lo que había visto, de porqué me masturbaba.
    
    Liluska:¿Justo en ese momento? Supongo que él estaba avergonzado de haberlo descubierto.
    
    Pamela:Supongo que sí, porque se tapó inmediatamente con las sábanas.
    
    Liluska:¿Y qué le dijiste?
    
    Pamela:Me acerqué y me senté en el borde de su cama, pidiéndole disculpas por lo que había visto y aclarándole que había momentos que me sentía sola. Él me contestó que también a veces se sentía solo.
    
    Liluska: ¿Y entonces?
    
    Pamela:Me preguntó que si me gustaba masturbarme y le dije que sí, que daba placer y me ayuda a no apagarme como mujer. De repente, observé que sobre su mesa de luz estaba su celular y me pareció que había un video; pero, la pantalla se oscureció. Y exclamé: ¿Me filmaste?
    
    Liluska: No te puedo creer. ¡Qué atrevido! ¿Lo confesó?
    
    Pamela:Sí, lo admitió y me dijo que era su inspiración para masturbarse. Después agregó que también veía pornografía; pero, que definitivamente mis videos era la imagen perfecta para masturbarse.
    
    Liluska: ¡Oh! O sea que te espió más de una vez.
    
    Pamela:Sí. Yo me puse colorada como un tomate de la vergüenza. En ese momento, me tomó la mano y la dirigió hacia su miembro, por debajo de las sábanas, diciéndome que él jamás haría lo que nos hizo su padre. Al sentir su pene, me dio como un déjà vu; su rostro es tan parecido a su padre.
    
    Liluska: ¡Ay Pamela! ¿En qué te metiste? ¿Qué pasó?
    
    Pamela:En fin, lo masturbé hasta que derramó una gran cantidad de semen.
    
    Liluska: ¡Guau! ¿Quedó ahí?
    
    Pamela:No, me agradeció y me tomó fuerte con sus dos manos, impidiendo que le soltara el pene. Creo que desde ese momento comenzó a manipularme.
    
    Liluska:¿Por qué lo decís?
    
    Pamela: Porque luego me afirmaba que a mí me gustaba ver pornografía igual que a él; a lo que le aclaré que a veces lo hacía para motivarme.
    
    Liluska:¡Ah bueno! La cosa se puso cada vez más erótica ...