Y todo a raíz de un empujón - Relatos Eróticos

Y todo a raíz de un empujón

... soltarme...

Me suelta, mientras me pone por delante un vaso pequeño de algún licor junto a una jarra de cerveza, vaso que me hace saber que es tequila y que debía de tomarme de un tirón, y continuar con la jarra. Y aunque me parecía excesivo, me vi haciéndolo finalmente, quizás al verme animado por esas dos chicas, morenas que una de ellas acabo por comerme la boca, mientras le cojo el culo... uuuffff!!. Y tras la segunda ronda, volver a escuchar a esta persona, repetirme aquello de...

Pregunta que le hago saber negativamente que no, dándome por explicarle en parte el motivo de mis facciones, conversación que veo como a esas chicas no les interesa, acabando por marcharse. Y ver como individuo, aprovecha por acercarse un poco más hacia mí, dándole por rodearme por la cintura con su brazo, acabando por confesarme...

Y aunque vuelvo a repetirle...

Y este interrumpirme, diciéndome...

Y tras un breve silencio, le da por acabar, diciéndome...

Palabras que me ruborizo, no por lo que me soltó, sino porque ni se cortó por donde estábamos, y no saber si había envalentonado por el mismo alcohol, o porque en realidad este maduro canoso, macizorrón y con cierto atractivo, no deja de calentarme verbalmente... uuummmm!!.

Y se me queda mirándome fijo, viendo como en vez de verme asustado como antes, o impresionado por lo que me había acabado de soltar. Le da por sonreírme, quizás porque me muestro más natural, y le plantó cara, como si aquellas palabras escuchadas no fuera oídas por primera vez. Y sentir, como aprovechándose del gentío, coge y le da por deslizar su mano, descendiendo desde mi cintura hasta mis nalgas, comenzando a magreármelas... mmm!!.

Y darme por sobresaltarme, obviamente finjo, y le doy a entender que no es lo mío, cuando nuevamente y por pesado, vuelve a soltarme...

Y sintiendo como vuelve a colocar con descaro su mano sobre mis nalgas, comenzando ahora por pellizcar mis glúteos, y aprovechándose de los empujones. Zarandeos que le da por colocar su mano entre mis nalgas, deslizando sus dedos mis glúteos, yemas que siento como presiona mi orificio con descaro... ooohhh!!. Y acabar por soltarme...

Y joder, esto sí que me dejo sorprendido, no sabiendo si era en serio o no, o era por causa del alcohol, pero cuando ese individuo vi como pagaba las copas, me cogía de la cintura, y entre empujones, tiraba de mi hacia la salida. Y como he dicho, me di cuenta que este iba en serio, persona que me empujaba entre la muchedumbre, gentío que poblaba la pista de baile, no dejándome de empujar hacia la salida. E incluso, ni me dejo que el portero me pusiera el sello de admisión, pues llego a insinuarme que no volvería a entrar, y que una vez en la calle, le da por preguntarme...

Pregunta, que me da por responderle... ‘de paquete’. Y este sonriente, me suelta con un comentario burlón y sarcástico...

Dice, señalándome su vehículo al tiempo que me suelta una palmada en el culo, y que, tras montarme, me hizo saber que aún ...