1. CÓMO LLEGO A MI VIDA CAMILITA


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Incesto Autor: salvechia, Fuente: SexoSinTabues30

    ... al ritmo que mi cadera se levantaba para frotar con más fuerza mi pene contra su pequeña conchita. En un momento sus manitas me abrazaron muy fuerte, gimió un poco más fuerte, se tensó su cuerpo y se dejó de mover. Luego se relajó y quedó dormida arriba de mí. Cuando despertó se dio cuenta que estaba toda mojada, me miró, me sonrió con esa sonrisa que implica complicidad y se bajó de mi. Como si tuviera 20 años fue a su cuarto, sacó un panty seco y se lo cambio. Yo estaba observando todo desde mi recamara a punto de estallar de la excitación. Ese fue nuestro segundo encuentro.
    
    A partir de ese momento ella aprovechaba cualquier ocasión para subirse en mi y empezar a frotarse. Una vez su madre estaba lavando y yo estaba cambiándome sentado sobre la orilla de mi cama. Ella subió me miró y riéndose corrió a subirse y a frotarse como siempre. Yo estaba en trusa y con una erección del tamaño de la estatua de la libertad. De repente oímos subir las escaleras a sus mamá y ella salió corriendo a su recamara. Yo caminé al baño tratando de cubrir la erección pero su madre me vio. Cuando salí me dijo que qué estaba pasando, «¿por qué mi hija salió corriendo y tu tenías una erección?» Le dije que yo estaba buscando una camisa de espaldas al guardarropa y salió una de mis revistas pornográficas y la estaba hojeando, que ignoraba que Camila estaba atrás de mi. Norma era una mujer muy inteligente y no me creyó. Fue al cuarto de Camila, cerró la puerta y empezó a hablar con ella. Yo fui a pegar mi oído contra la pared y alcancé a escuchar como Norma la estaba interrogando acerca de qué fue lo que pasó y por qué salió corriendo. Camila le dijo que entró al cuarto y cuando oyó un ruido se espantó y se echó a correr, y que yo estaba buscando cosas en el guardarropa.
    
    Norma le decía «¿eso fue todo?» La niña con una voz calmada le dijo «sí mamá». Cuando Norma salió se veía más convencida y nunca más se volvió a hablar del tema.Desde ese momento prometí ya no hacerlo más, pensé que esa había sido una señal y que eso no se repetiría.
    
    Una mañana yo estaba dormido boca arriba y una de mis manos colgaba de la cama, entre sueños sentí como Camila se había montado en mi brazo y bajaba poco a poco hasta llegar a mi mano. Cuando llegó a mi mano abierta se empezó a mover y mi mano tocaba su calzoncito. Ella llevaba puesto una pijama muy delgada, y me di cuenta que no llevaba pantys. No resistí y mis dedos empezaron a tocar su vainita suavemente. Ella se movía para ayudarme y gemía débilmente. Mis dedos sentían como se iba mojando poco a poco y seguían frotando, ahora con más fuerza. Buscaba abrir sus pequeños labios y que el dedo anular penetrara. Seguí moviéndolo y ella se ponía cada vez más mojada. Camila agarro mi mano con su manita izquierda, y con la derecha se bajo ligeramente su pijama. Acomodó mi mano dentro y puso mi dedo anular exactamente en su pequeño clítoris. Yo estaba muy excitado y empecé a frotarlo despacito y sin fuerza, pero ella apretó mi dedo contra ...