1. CÓMO LLEGO A MI VIDA CAMILITA


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Incesto Autor: salvechia, Fuente: SexoSinTabues30

    Soy un tipo guapo y muy hábil en el sexo, así que las mujeres siempre me han buscado. Por aquél entonces trabajaba como profesor en una secundaria, y me acostaba con varias mujeres, sin embargo, Norma era especial. La maestra de inglés y yo nos enamoramos y nos fuimos a vivir juntos.
    
    Ella tenía una pequeña niña de 8 años. Al principio no nos hablábamos, pues tenía un carácter berrinchudo y yo no le caía nada bien. Poco a poco me fui ganando su confianza y cada vez se acercaba más a mí.
    
    Después de unos meses ya permitía que la abrazara. Un día estaba trabajando en mi escritorio y llegó a sentarse en mis piernas; vestía una blusita verde y una minifalda de mezclilla que dejaba ver sus piernas delgadas. Ya se veía que sería una mujer muy hermosa de grande, con su pelo castaño, ojos grandes y su piel apiñonada. Una vez arriba se puso de espaldas y recargo su cabecita en mi pecho. Yo llevaba puesto solo un delgado short, pues era un lugar muy caluroso con playa. Poco a poco comenzó a moverse y a estirarse hasta que su faldita quedó totalmente levantada y sus nalguitas quedaron arriba de mi pene. Este roce hizo que me excitara y se me empezó a poner duro. Ella lo notó y me volteo a ver, pero yo me hizo tonto y seguí escribiendo en la laptop. Ella no se quitó, sino que empezó a moverse con más ritmo y a acomodar su rayita exactamente en mi pene erecto. Cada vez se movía con más fuerza frotando su pequeño pusy contra mi miembro caliente. Se oyeron pasos en la escalera y ella corrió rápidamente, yo alcancé a meterme al bañoen lo que se me bajaba la erección. Ese fue nuestro primer encuentro.
    
    El siguiente encuentro fue un día en el que su madre no estaba. Ella estaba dormida en su recamara y yo estaba en la mía viendo la tele. Cuando desperté vino a mi cama tallándose los ojos y preguntando por su mamá. Le dije que no estaba y se acurrucó sobre mi pecho. Llevaba puesta un camisón de dormir blanco que dejaba transparentar sus pequeños pantys blancos y sus largas piernas. Poco a poco fue subiendo hasta llegar a ponerse encima de mí, aún con su cabeza recargada en mi pecho. Levantó su camisón y acomodó su pequeña conchita sobre mi pene. Se empezó a mover hacia atrás y hacia adelante, mi pene se puso erecto en un santiamén. Yo llevaba solo una trusa muy delgada y pequeña, e inmediatamente salió la punta del calzón. Cuando ella lo sintió se acomodó de tal manera que la punta de mi pene rozara exactamente su vaginita. Se movía en círculos, hacia atrás y hacia adelante y yo sentía que estallaba. No puede más y mis manos agarraron sus pequeñas nalgas y las empezaron a mover ya restregar con más fuerza hacia la punta de mi verga que ya empezaba a lubricar y a mojar su calzoncito. Ella nunca levantó su cabeza de mi pecho y empezaba a gemir en silencio. Cuando me di cuenta quité mis manos de sus nalgas pero ella las atrapó rápidamente y volvió a ponerlas sobre sus nalgas pidiendo que la siguiera tocando. Yo la seguía moviendo hacia a atrás y hacia adelante ...
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