El ascenso del Súcubo 4 - Relatos Eróticos

El ascenso del Súcubo 4

... ser justos, lo que se verdad quería, es probarme a mí misma. Si ella me descubre y me desarma, ella será mi sustituta.

Hasta ahora mi opinión es asombrosa. Su mejor capacidad no son sus poderes, es su capacidad manipuladora, su poder corruptor es un increíble complemento que hace realidad la manipulación hasta un punto que incluso liberandome seguiré sintiendo las secuelas de la manipulación. Como su esclava me dedicaba en ese momento a acicalar sus uñas, y pintarlas. Podía sentir su mirada desconfiada.

–Sigues sin creer que sea tu esclava.

–La Alive que yo conozco es una puta, pero no descerebrada. Y eres capaz de arriesgarlo todo por tus planes, no tienes miedo a tomar decisiones. Incluso para poner tu libertad en juego.

–Eres mi dueña.

–Gobierno tu cuerpo, no tu persona.

Mis planes no consistían en revelar tan rápido mis complots, pero Livis era muy inteligente y me conocía. Daba igual que me tuviera a cuatro patas a todas horas, iba a seguir sospechando de mí.

–Eres la única que me hace sentir confianza y cariño. Las demás son solo juguetes temporales.

–Quería usarte para descubrir cómo tus poderes amplifican a los míos.–dije al mismo tiempo que cortaba sus lazos arcanos conmigo, dejándome libre así de la esclavitud, que no de ser un súcubo.

–Mientes.

–Quería probarme, me descubres y si me llegabas a esclavizarme, me sometía para siempre, pero si no, me liberaba.

–Vaya, tendría que haberme esperado.–Livis sonrió, divertida por la situación –Prueba tus poderes.

A ello me puse y no pasó nada. No hacía nada, y me asusté. No tenía poderes, ser un súcubo los había anulado. Livis se percató de mi reacción, y me rendí.

–Sin poder, ya no valgo nada, Livis. Solo puedo hacer cosas sobre mi cuerpo, soy incapaz de conjurar magia de otra forma.

–Mierda, así no me haces falta. Antes de confirmar tu inutilidad, intenta una última cosa. Haz que mi polla pierda su erección.

Me concentré en su persona, y en efecto, hice que perdiera su vigor. No sólo su vigor, casi le provoqué un ataque cardíaco. Después lo compensé deseando un orgasmo para ella, que en segundos se transformó en una abundante corrida sobre mi cara. Mi poder era controlar físicamente a una persona. Rápidamente, puse todo mi esfuerzo y fui capaz de detectar a miles de personas a la redonda. Pronto, lo que parecía una derrota se convertía en una victoria amarga. No me sentaba bien perder mis poderes de siempre, por otros.

–Mi líder me advirtió que un súcubo como tú, nacería algún día de mi polla. Me lo advirtió y aquí estás, otra reina súcubo ha nacido.

–Puedo sentir a todas las personas a la redonda, no solo a sucubos.

A cambio de no poder conjurar mis hechizos, tenía otro tipo de magia nueva a mi disposición. Dejé la cama y vestida con una bata, salí a fuera de la casa que Livis tenía a su nombre. Hice que un pájaro aterrizara solamente con mi voluntad. Livis se colocó detrás mía, desnuda.

–No estás contenta, Alive. Cualquiera en tu lugar ...